11- NO ME VESTIRÉ ASÍ.

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Lleguemos a aquel instituto lleno hasta los topes. Extrañaba que hubiesen llegado tan lejos y todos ansiaban saber más sobre ellos. Lleguemos al banquillo mientras ayudaba a Gouenji. Miré a mi alrededor y vi a tres chicas con unos trajes de doncella.

- Ponéoslos.

Natsumi y yo intercambiemos miradas. Claramente, no me lo voy a poner ni muerta.

- ¿Por qué?- preguntemos las dos.

- Son las normas.-dijo la chica de la derecha.

- Es que yo voy a jugar ahora.-dije tratando de excusarme.

- Debes ponértelo.-insistió la tercera.

- Vamos. No será tan malo, ¿no?- dijo Shuuya como venganza magna por las ínfimas bromas que le gastaba.

Le lancé una sonrisa irónica acompañada de una mirada asesina. Acabé vestida así. Y los jugadores del otro equipo nos hicieron fotografías. Natsumi y yo estábamos rojas como dos tomates maduros.

- ¿Contento?-le pregunté.

- No te haces una idea.-dijo riendo a carcajadas.

- Es humillante.-dije.- ¿Puedo cambiarme para jugar?

- Ni pensarlo debes estar así todo el partido.

- ¿¡QUÉ!?-dije oyendo de fondo la risa del delantero.- Gouenji, si quieres te disfrazo a ti de doncella a ver si te hace la misma gracia.

- No, gracias.

Me senté en el banquillo y me cambié los botines por las botas de fútbol. Todos me miraban perplejos.

- ¿Qué haces?-preguntó él.

- Lavarme la cara. ¿A ti qué te parece? Voy a jugar aunque sea así.

- No puedes lo siento.-dijo la chica.

- Pues entonces me cambio.

- Ni lo pienses.

Vamos que me tocó quedarme sentada en el banquillo cruzada de brazos y enfadada.

- Lo tenemos todo cubierto. Pero, ¿a quién sacamos de delantero?- preguntó Endou.

- A mi, claro.-dijo Domon.

- Creo que yo puedo ayudar más. En la cafetería, descubrí el secreto de su fútbol.- dijo Kakeru.

Todos empezaron a quejarse y comentar que sería una mala idea hasta que, la voz de Gouenji, intervino.

- Dejemos salir a Megane.

- De acuerdo.-sentenció el capitán.- Hoy serás nuestro otro delantero.

- Esperad, ¿estáis seguros?-preguntó la señorita Raimon.-Es una apuesta muy arriesgada.

- Sí, volverá a huir como en el partido contra la Teikoku.-comentó Kabeyama mientras asentían algunos.

- Estoy seguro de que hoy tiene ganas de jugar.

Yo seguía enfadada. Quería jugar y todo por culpa del maldito vestido.

- ¿Estás enfadada?-preguntó a mi lado la voz de Shuuya a la que no respondí.-Valeria...

- ¿Tú que crees?-le dije duramente.-No podemos arriesgarnos y lo único, lo único, que se te ocurre es animar a aquellas para que me pusiera esto. Y ya sabes lo que eso puede acarrear. Al mismo tiempo, no te puedes ni creer la vergüenza que he pasado por las fotos.

- Eso, he de admitir que no lo había previsto.

- Pues prevé las cosas antes de actuar. Pensaba que eras más racional.-dije para apartar mi mirada de sus ojos y no volverme de nuevo.

El amor de rubí. Parte 1.VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora