Capítulo 39

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"No pude evitar reír ante la idea de festejo de cumpleaños de mis hermanos menores. Heath frunció el ceño, un poco confuso, antes de echarse a reír también. Yo seguí riendo, sintiéndome el joven con más suerte de todo el reino por tener hermanos como estos." (extracto del diario de Robin Drummond, un año en que sus hermanos menores se organizaron para festejar a los gemelos Drummond en su cumpleaños).


Robin había terminado de entrenar con Jake y se había quedado a recoger las armas que habían usado ese día, mientras Jake se dirigía a los institutos como de costumbre, cuando recibió una misiva desde Savoir. Le extrañó la letra poco familiar en que estaba escrito su nombre, así que no tardó en abrirla y empezó a revisar su contenido, quedándose bastante pensativo al terminarla.

Así que le había escrito, por primera vez, la esposa de Heath... y con una petición algo inusual, una que no estaba seguro de poder aceptar, aun cuando tenía muchas ganas de visitar Savoir y conocer al bebé de su hermano, nacido hacía unos meses.

Guardó la carta y reflexionó durante un tiempo más, dejando todo ordenado y caminando por algunas estancias del castillo de Grianmhar, sin percatarse que Soleil no estaría ahí, sino en los institutos, con Jake y Antoine.

Empezó a atravesar el poblado cuando se encontró con ellos. Soleil le sonrió, Jake empezó a hablar sobre sus progresos y Antoine extendió sus manos para que lo cargara. Robin besó la frente de Soleil, revolvió el cabello a su hijo y tomó al pequeño niño en brazos.

–Bueno, parece que después de todo hemos podido hallarte finalmente –exclamó Soleil mirando a Robin–. No fuiste a los institutos este día.

–No –Robin no pudo seguir, pues Jake le estaba contando sobre la nueva canción que estaba aprendiendo en el instrumento.

Tras intercambiar impresiones sobre el rápido progreso de su hijo, llegaron al Castillo y Robin prometió ir al día siguiente a escucharlo tocar.

–¿Está todo bien? –inquirió Soleil llegando al despacho. Antoine estaba tomando una siesta y Jake había ido a repasar sus lecciones del día.

–Sí –respondió Robin. A continuación, alargó la mano hacia ella, la tomó y la besó–. Todo está bien.

–¿Seguro? ¿Tienes algo que decirme?

–¿Por qué lo preguntas?

–Hmmm... –Soleil ladeó el rostro–. ¿Qué sucede?

–Recibí una misiva.

–¡Oh! ¿Se trata de Jules?

–No.

–Ah –la breve animación de Soleil se extinguió y trató de enmascarar su dolor. Robin la encerró entre sus brazos–. ¿Te amo, sabes? –musitó contra su pecho. Él asintió–. Mucho.

–Pronto escucharemos de él, Soleil, estoy seguro. Además, tenemos autorización oficial para emprender la búsqueda en las tierras de Nox.

–Sí –suspiró–. Entonces, la carta...

–Proviene de Savoir.

–¿Oh? Pero si la guerra... dioses, espero que no sean malas noticias...

–No, no, nada de eso –tranquilizó Robin– en realidad, se trata de un festejo.

–¿Un festejo? –inquirió, confusa–. ¡Ah! ¿Por el nacimiento del heredero de Savoir?

–No, curiosamente, se trata del cumpleaños del regente –soltó, divertido.

–¿El cumpleaños...? –Soleil lo miró–. ¡Oh! ¿Es tu cumpleaños? ¡Lo había olvidado!

–Sí, en unas semanas será el cumpleaños de Heath y mío, así que...

Dos historias (Drummond #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora