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jay • enhypen/parte cuatro

Cuando llegaron a la casa de la pequeña pelinegra, Jay sintió pena de despertarla. Se veía muy tierna y se notaba que estaba durmiendo muy plácidamente.

Pero tenía que entrar a su casa antes de que se metiera en problemas.

Peor aún...

Si Sunghoon la veía con él le daría otra golpiza, y Jay no quería eso. Aún no se le sanaba bien el labio reventado que le dejó su mejor amigo la última vez que lo golpeó. Además, esta vez ya no se sentía tan seguro de dejarse golpear por Sunghoon tan fácil.

Ahora le respondería a Sunghoon porque se había dado cuenta que enamorarse no era culpa suya, mucho menos algo de lo que se debería de avergonzar.

"Solo quisiera que Sunghoon se diera cuenta que realmente quiero a su hermana. ¿Qué debo hacer para que lo entienda?"

Con sumo cuidado despertó a la chica y le sonrió tiernamente cuando sus ojos se abrieron y se enfocaron en el.

—Ya llegamos, cariño.

______ también le sonrió, algo somnolienta.

Amaba que la llamara de esa manera. Su corazón latía acelerado cada vez que él la llamaba con apodos cariñosos.

Realmente era el estándar, por eso se había enamorado como una tonta de él. Jay cumplía con todas sus expectativas y más, era el hombre de sus sueños y ahora más que nunca, no estaba dispuesta a dejarlo ir.

No después de su confesión.

Que se jodieran todos... Park Jongseong iba a ser suyo y nadie iba a poder hacer nada para impedirlo.

Ni siquiera su hermano.

—Vamos, te acompañaré hasta la puerta —se había quitado el cinturón de seguridad para bajar del auto pero la mano de _____ tomándolo del brazo lo detuvo, se giró a verla—. ¿Aún no quieres entrar?

Ella negó.

No podía parar de verlo.

Era tan lindo.

Tan guapo y perfecto.

Su sonrisa era lo que más le gustaba de él.

Esa pequeña marca en medio de su labio inferior que la tentaba a besarlo de una vez por todas.

Pero su forma de ser y sus hermosos sentimientos era lo que la tenían totalmente rendida a sus pies.

—_______... —susurró él al sentirla acortar la distancia entre sus cuerpos.

Estaba sumamente cerca de su rostro y eran escasos centímetros para que la besara.

—Bésame, Jay. Por favor, quiero que me beses —casi que suplicó.

Y él ya no quiso hacer esperar más a ninguno de los dos...

Terminó con la distancia que los separaba y pegó sus labios a los de la menor, tomándola de las mejillas para que no se alejara de él.

______ sentía las mariposas revolotear como locas en todo su cuerpo.

Al fin estaba pasando.

¡Park Jongseong la estaba besando!

Si esto era un sueño no quería despertar nunca.

Ella envolvió su cuello con sus brazos y se acercó más a el, comenzando a mover tímidamente sus labios contra los del chico, siendo inmediatamente correspondida.