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Kai • TXT

—¡Fuera de aquí!

—P-por favor señor... solo necesito...

No pudo terminar de hablar, estaba muy débil. Todo su cuerpo dolía, le costaba siquiera respirar.

En cualquier momento perdería el conocimiento y eso no sería bueno, pues aún tenía que llevarle de comer a su hermano, quien la esperaba escondido detrás de un arbusto.

El pequeño lloraba en silencio, ese hombre había empujado muy feo a su hermama y no dejaba de gritarle cosas feas. Tenía ganas de correr e ir en su ayuda, pero _____ había sido muy clara, tenía que esperarla allí hasta que ella regresara, por su seguridad.

—¡Te dije que te largaras! Los huérfanos como tú son despreciables, solo causan problemas. Es mejor que te vayas por dónde viniste, o sino llamaré a la policía y te acusaré por robo, no me importa que seas una menor pagarás por lo que estas haciendo —escupió el mayor.

_____ ya no dijo nada, él hombre al ver que la situación había terminado dándole una última mirada de desprecio a la joven decidió regresar a su negocio, cerrando la puerta con seguro pues no quería que está volviera a entrar y ahora sí se saliera con la suya.

_____ lloraba de impotencia, su cuerpo entero temblaba y quería gritar con todas sus fuerzas.

¿Qué le costaba a ese hombre compartir de un poco lo que tenía para que ella se lo pudiera dar a su hermano? Tenían tres días que no comían, Kai se quejaba por las noches porque no podía dormir del hambre que tenía y ella estaba igual.

¿Por qué la vida era así de cruel con ellos?, ¿Qué mal habían hecho para merecer todo ese odio y desprecio?

¿Qué?

Lo peor de todo es que antes se había ofrecido para ayudarle a limpiar su tienda y así él podía pagarles dándoles un poco de pan, pero el hombre se negó, mejor decidió acusarla de algo que en su vida había hecho. Le daban asco, su ropa estaba toda rasgada y sucia y ni hablar de su aparecia física, estaban aún peor. Eran unas pequeñas ratas de alcantarilla que prefería mantener lejos.

Tampoco tenían dónde dormir, todo se había perdido el día que ese incendio acabó con la vida de sus padres.

—Hermana...

—L-lo siento... —ella sacó fuerzas de dónde pudo y se puso de pie, mareandose un poco en el proceso pero pudo recuperarse, mostrando una sonrisa a su hermano pues no quería que él se preocupara por ella—. Ya iba a ir contigo, solo estaba esperando a que el señor Han saliera, está vez dijo que nos daría un poco de pan...

—Eso no es cierto, vi como el te empujaba y te gritaba, ese hombre es malo. Muy malo —dijo el pequeño y se acercó a _____, abrazándola por las piernas pues era considerablemente más bajo que ella.

Apenas era un niño de ocho años, pero lo suficientemente maduro para su edad. Era tan inteligente, que _____ se sorprendía.

—No estés triste, hermana. Yo te voy a cuidar —su voz salió amortiguada pues aún no dejaba de abrazar a su mayor, dándole consuelo.

Los ojos de _____ volvieron a cristalizarse y dibujando una débil sonrisa en su demacrado rostro, por la desnutrición, envolvió entre sus brazos el delgado cuerpo de su hermano menor.

—Eso te lo tendría que decir yo, enano.

—Cuando sea mayor no dejare que nadie te lastime, te protegeré y te prometo que golpearé en el rostro a cualquiera que se atreva a ponerte una mano encima. Seré muy alto, como papá, seré igual de fuerte y valiente que el, y entonces así tú no volverás a tener miedo...

—Kai...

—Te quiero, ______.

—Yo te quiero más, pequeño duende.

(...)

Todo mejoró cuando al fin, una casa para niños huérfanos los acogió. Tuvieron comida y una cama caliente, dónde no volvieron a sufrir las noches frías de la ciudad.

Kai crecía y vivía feliz como cualquier niño de su edad, ella también lo era, había aprendido muchas cosas y pronto ingresaría a la preparatoria, pero todo se vino abajo cuando alguien quiso adoptar a su hermano.

—No quiero.

—Piénsalo un poco, chico. ¿No te gustaría tener un hogar?, ¿Alguien a quién puedas llamar "papá" y "mamá"?

—Mi hogar es donde este mi hermana. No iré a ninguna parte sin ella.

La meyor suspiró y miró con seriedad al adolescente frente a ella.

—Ella pronto será mayor de edad y se irá de este lugar, ¿Qué crees que pasará cuando eso suceda? No puedes irte con ella, tu tutela le pertenece al gobierno y mientras tu sigas siendo un menor, estarás aquí hasta que eso se cumpla.

—Cuando _____ se vaya me iré con ella, nadie me detendrá, ni usted, ni su gobierno del que tanto habla.

—Mocoso insolente... —pero Kai ya se había levantado y había salido de la oficina de la vieja mujer, antes de que ella lo golpeara con ese feo bastón de madera que la ayudaba a mantener el equilibrio.

_____ esperaba a su hermano afuera de la oficina, y cuando lo vio salir de ahí, se acercó con algo de desconfianza pero Kai ya estaba frente a ella y la tome de la mano para empezar a caminar.

—¿Qué sucedió?, ¿Cuando te irás?

—No me iré a ningún jodido lado.

—Oye... —le revolvió el cabello pero no pudo evitar sonreír, Kai hizo lo mismo—. Te dije que no dijeras esas palabras.

—Ya tengo trece, _____. Puedo hablar como yo quiera.

—Eres un gruñón.

Cuando estuvieron en el dormitorio, Kai se sentó en su cama y _____ se sentó a un lado de el. Esperando a que hablara y le dijera por qué demonios había rechazado que lo adoptaran. Era una buena familia, al fin tendría alguien que lo protegiera y viera por el y el muy cabezota no lo había aceptado.

—No puedo irme a ningún lado sin ti, es eso...

—Sabes que no tienes porque preocuparte por mi, Huening Kai. Pronto seré mayor de edad, podré ir a la universidad y después conseguiré un buen trabajo. Tu necesitas el apoyo de un adulto mayor que te guíe y te brinde ese amor y ese cariño que perdimos desde muy pequeños. No te detengas por mi, no pierdas la oportunidad de ser feliz y pertenecer a una familia...

—Tú eres mi única familia, no necesito a nadie más que a ti, ______...