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1996 [She has a boyfriend anyway]

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1996 [She has a boyfriend anyway]

Lyra Black.

Lyra jamás pensó en ser víctima del mal humor de Harry; era extraño, la confusión la hacía sentir estúpidamente hastiada. 

Creyó que el mal humor de Harry se trataba sobre el próximo partido de quidditch, el que sería contra Slytherin (exactamente en tres semanas). Estar estresado por quidditch era algo natural en él.

Sobre todo, sabiendo que la rivalidad que Harry tenía con Mattheo había aumentado. Y Lyra seguía sin comprender del todo lo que había detonado esa pelea.

La habían puesto de pretexto, eso era más creíble a las teorías ridículas que Sienna y Elijah se inventaban.

Pero aún así, era inquietante tener cerca a Harry con ese mal humor que la hastiaba.

Terminaron el entrenamiento en la tarde; Lyra sabía que todos ya se encontraban en clases de Defensa contra las Artes Oscuras, y ellos con una constancia lograrían llegar una hora tarde a lo requerido. De solo pensar en tener que soportar el resto del día en clase de ese señor ridículo, a Lyra le dolió la cabeza.

Se sentía agotada, con sus articulaciones ardiendo y sus músculos rogando por descanso, pero su día aún no terminaba.

Lyra sudaba a montones, sentía la tela de su uniforme pegarse a su cuerpo de una manera incómoda, su cabello goteaba por ese mismo sudor, y desesperada se largó del campo de quidditch para ir directo a las duchas de los vestidores.

No quería hablar con nadie, temía que si lo hacía, su autocontrol se iría al carajo y cortaría gargantas por placer.

Se dió un baño, quitándose la suciedad de su cuerpo mientras sobrepensaba; tenía tantas cosas metidas en la cabeza, que señalar la más preocupante no era fácil.

Pensaba en las cartas que Sirius constantemente le enviaba, para ser exacta, las cartas diarias que su padre le mandaba a la hora del desayuno. Lyra guardaba todos los pergaminos en el cajón de su habitación, en secreto apreciaba sus escritos.

Siempre con su papel de padre, pero también siendo el hombre que todos amaban, aquel del que tanto hablaban y Lyra jamás había logrado conocer hasta ahora.

Le hablaba sobre su día a día en Grimmauld Place, en como la monotonía lo mataba de aburrimiento y que sería mejor cuando ella regresara a casa.

«A casa»

No entendía la preocupación de Sirius por ella; quería decir... era su padre, pero en realidad jamás lo fue, jamás actuó como tal. Su resentimiento había disminuido, pero no desaparecido; pensaba en lo mucho que había deseado tener a Sirius en su vida, pero en todo lo que ella tuvo que enfrentar sola antes de que eso sucediera.

Don't forget me. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora