Don't forget me. [+18]

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"Sigues soñando y maquinando
a oscuras, si, lo haces.
Eres un veneno y yo lo sé,
es la verdad.
Todos mis amigos piensan
que eres viciosa, y dicen que
eres sospechosa.
Siento que me estoy ahogando,
estás deteniendome, abrazándome,
matandome muy lento".

1997, [Our tightrope is meaningless, you love me and you hate me]

Harry Potter.

Se sentía como un imbécil.

Siguiendo a Lyra.

Mirándola, con su sangre hirviendo.

Comprendiendo que había creído una historia que jamás sucedería.

Él tuvo que hacer un esfuerzo para no detenerse y buscar a Riddle, golpearlo hasta saciar su rabia, hasta creer que Lyra realmente lo elegiría.

Pero ella ni siquiera lo miraba.

Lyra no se despegaba de Elijah, buscaba consuelo en él, permitía que él la envolviera con sus brazos mientras que subían la Torre de Gryffindor en silencio.

Elijah era el único capaz de comprender los motivos de Lyra.

Pero eso no le daba ningún consuelo a Harry.

Tampoco él podía mirar a la cara a Remus, avergonzado y sabiendo que se lo contaría a Sirius, sabiendo que Remus estaba igual de enojado que Harry por alguna razón.

No le prestó importancia.

Elijah murmuró la contraseña de la sala común, el retrato se abrió para ellos y entraron, seguían en silencio y Lyra parecía distraerse con el resto de las personas dentro de la sala común, adornando para su fiesta de cumpleaños y saludandola entusiastas.

No solo era San Valentín, también era el cumpleaños de Lyra, la estudiante más popular del colegio, la bruja más atractiva y magnética del lugar... y quién tenía más poder en Hogwarts, por supuesto habían magos y brujas que la admiraban, que tenian un enamoramiento por ella. Harry era consciente de eso.

Y observar como en la sala común habían cientos de regalos, cartas y montones de cosas materiales precisamente para Lyra, confirmaba su punto: todos estaban jodidamente locos por Lyra, no era una exageración. Ella tenía un carácter del asco, pero sabía hipnotizar a la gente, actuaba de manera cuestionable, pero una sonrisa lograba borrar todo lo malo para el resto del mundo... Lyra tenía a todos a su merced.

Incluso, Harry notó mientras avanzaba por la habitación, que habían estudiantes de Ravenclaw, Hufflepuff e incluso Slytherin ahí, ayudando a adornar el lugar para ella. Harry se puso de un peor humor.

Lyra lo había engañado con Riddle y la gente la premiaba con una fiesta, con regalos y actitudes sumizas que solo le inflaban el ego.

La sala común ahora tenía una fuente de alcohol, estatuas de hielo, mesas repletas del licor, bocadillos que ellos habían preparado y todo con colores rojos escarlata y dorado. Parecía que aún no terminaban de adornar, colocaban las luces parpadeantes que servirían en la noche para la fiesta, así como parlantes enormes que retumbarian el lugar con música.