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1996 [A labyrinth with no exit]

Narrador Omnisciente.

Theodore miraba a Mattheo con una curiosidad que lo inquietaba.

No entendía las huidas frecuentes de ese hombre al mundo muggle, era simplemente absurdo que el mismo Mattheo Riddle, estubiera ansioso por escapar a un lugar infestado de muggles.

Mattheo era un hijo de perra que solo le importaban muy pocas cosas, Theodore lo sabía. Y cuando Mattheo se sentía abrumado y asfixiado en la mansión, entonces huía lejos, tal vez con alguna chica, aunque la mayoría de esas veces era solo, fumando un cigarrillo lejos, dónde nadie pudiese encontrarlo.

Ni siquiera Theodore, que había creído conocer todos los secretos de ese idiota.

Había pasado un mes desde que esas huidas al mundo muggle se habían vuelto frecuentes, igual de frecuentes que las discusiones de Mattheo con su padre.

Eso frustraba mucho a Theodore, porque este año no sería como cualquier otro, ahora ellos tenían responsabilidades, obligaciones que dependían de su vida, decisiones difíciles... y Mattheo parecía prácticamente detonar problemas tras problemas, sin importarle que aún cuando no lo quisieran, estaban en una guerra.

Pero eso era precisamente lo que Theodore olvidaba, que Mattheo quería vivir antes de regresar a su cárcel, antes de tener que asumir sus responsabilidades como el único hijo de Tom Riddle.

No solo era el hecho de convertirse en alguien digno de temer, sino todo lo que implicaba renunciar para lograrlo: como su libertad, su juventud y su inocencia.

¿Pero Mattheo realmente seguía teniendo inocencia?

Por supuesto que sí, y esa misma inocencia lo había llevado a huir al mundo muggle, tener esos frecuentes encuentros con aquella mujer pelinegra y de ojos azules. Esa misma ilusión que lo hacía sonreír como idiota y si Theodore se permitía ser honesto, parecía incluso... feliz.

Theodore conocía a su mejor amigo, y jamás había visto esa sonrisa que se esmeraba por ocultar mientras fumaban un cigarrillo juntos, en el balcón de su habitación. Pero sabía que significaba.

-Sales con Isabella -Theodore le recordó -, Deja de ser tan hijo de puta.

Mattheo ni siquiera lo miró, soltó una risa ronca y le dió una calada a su cigarrillo mientras observaba el cielo nocturno.

-No se de que mierda hablas.

-Estas saliendo con alguien, lo sé -Theodore espetó irritado -, Olvídala, te aseguro que eventualmente la superarás.

-Tal vez -se encogió de hombros -, Pero así como salgo con Isabella, ella sale con Weasley. Es un trato justo, salimos, fingimos que ambos tomamos con seriedad nuestra relación, y así nadie nos jode.

Theodore suspiró.

-No Mattheo, así no funcionan las cosas -le recordó, ambos con la vista al frente, expulsando el humo de sus labios -, Isabella te quiere, y si aceptó ese estúpido trato fue porque sabe que no es mutuo. Menos humillante para ella.

Mattheo sabía que no merecía a Isabella, esa chica irradiaba felicidad, estaba llena de amor, y Mattheo no lograba que todas las piezas encajaran en su lugar cuando estaba con ella. Su padre creía que era una perdida de tiempo aquella relación, pero por una razón específica, su mismo padre había tolerado que Mattheo saliera con Isabella Snape, tenía sus propios motivos, y si su padre lo quería cerca de Isabella, entonces así seria.

Don't forget me. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora