Don't forget me. [+18]

[56]

"Ellos sabían, siempre
supieron que siempre
tuve la razón.
La familia, la pura codicia,
el coro cristiano.
Nadie dijo nada.
Apuesto a que nunca
rezaron por mi alma.
Entonces quemaron mi vida,
lamento tener que decirlo
¿Ahora sí me creen?

1997, [Your lies are not enough for me]

Lyra Black.

Lyra estaba furiosa.

Y jamás había estado tan furiosa como ahora.

Tal vez, incluso comenzaba a sospechar que los meses provenientes serían peores.

—¡Usted no puede aceptarlos de nuevo en Hogwarts! —Lyra le escupió al profesor Dumbledore, sentada en su oficina del colegio con sus manos temblando de ira —, Lo que sucedió la ultima vez que confió en ellos me llevó a ser torturada por mi madre días enteros; llevó a Harry a la enfermería por un atentado en contra de su vida.

Albus Dumbledore no se alteró en lo absoluto, simplemente la observaba a través de sus gafas de media luna mientras que le daba una mirada cálida que no pretendía calmarla, más bien hacerle entender que entendía su punto y la escuchaba. El aura de aquel mago le generaba tranquilidad, aún así, Lyra jamás podía estar en paz por mucho tiempo y eso lo sabía.

—Los acuerdos de paz son importantes en tiempos de guerra, muchacha. Sobre todo si esos acuerdos vienen del enemigo —Albus le explicó con paciencia —, Entiendo tu molestia, y es por eso que tomaré las precauciones necesarias para que no estén expuestos al peligro. Pero el tratado de paz se aceptará, es lo más conveniente para todos nosostros.

Lyra se talló su rostro con frustración.

—¡El peligro viene de la mano con los hijos de Voldemort! —no canalizó su ira, de hecho, ella no soportaba la idea de tener a ciertos magos de regreso al castillo —, No entiendo en lo absoluto sus tratados de paz sabiendo que la persona que viene detrás de todo esto es el mago que asesinó a los padres de Harry y nos ha llenado de desgracias por más de una década. Es estúpido.

Neil, quien también se encontraba presente y estaba de pie a un lado de Albus Dumbledore, intervino enseguida. De no ser por Elijah que también la acompañaba en aquella conversación, Lyra tal vez ya hubiese destrozado la oficina del director sin control.

—Nos hemos quedado sin opciones, Lyra. O aceptamos este tratado con Tom, o entonces damos inicio a una masacre que no podremos detener por meses —Neil la reprendió a su manera, ella erguió su mentón —, Este tratado no le da fin a la guerra, solo nos da un respiro antes de que suceda lo peor.