Don't forget me. [+18]

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1996, [Voldemort has caught you, he is coming for you]

Lyra Black.

-Tenemos que hablar.

Lyra frunció su ceño, no detuvo su andar; aceleró sus pasos y fingió demencia, con Frank cuidando su espalda.

-Lyra...

Ella dió la vuelta en un pasillo, necesitaba llegar a su clase con Severus, y ya era lo suficientemente irritante tener que mantenerse de brazos cruzados y no lanzarle la maldición imperdonable, como para detenerse y oír las ridiculeces que Elijah tenía para decir.

Desde el momento en el que Lyra había logrado salir de su sala común viva, después de todo el desastre que el artículo de "El Profeta" ocasionó en su vida, Lyra no había tomado la iniciativa de salir de la habitación de Mattheo y arriesgarse a encontrarse cara a cara con Harry... sobre todo, enfrentar a Elijah o a su padre que aún rondaba el castillo.

Y a pesar de que Lyra negaba todo el tiempo salir oficialmente con Mattheo, por supuesto que nadie le creía; la tachaban de loca, de rompe hogares (aunque Lyra seguía sin comprender en que punto había roto un hogar), de cruel y traicionera al igual que su padre.

Si todos supieran la verdad simplemente agacharían la cabeza, pero no importaba ahora, Lyra estaba siendo paciente, y destruiría a cada persona involucrada a su respectivo tiempo.

Y Elijah lo sabía, era por eso que necesitaba urgentemente hablar con ella.

Lyra bajaba las escaleras que la llevarían a las mazmorras; Frank cargaba sus respectivos libros que utilizaría en la clase y ella se limitaba a caminar con comodidades. Ella estaba llegando al aula en dónde Severus y el resto de la clase se encontraban, así que no se detuvo antes las peticiones de Elijah.

No fue hasta que el la tomó de la muñeca y la obligó a escucharlo que Lyra lo miró; tenía sus cejas arqueadas y ese brillo malicioso en sus ojos que delataban lo que su perturbante cabeza planeaba en silencio.

-¿Qué es lo que les harás? -Elijah preguntó en un susurro -, Los padres de todos ellos te detestan, Lyra; no les dés un motivo para que puedan herirte.

Lyra ladeó su cabeza, dándole suaves y sarcásticas palmaditas a las mejillas de Elijah; él la conocía y aún así preguntaba cosas que eran más que obvias.

-Tu sabes lo que haré.

Frank había fruncido su ceño, pero no la corrigió; él no podía detener las acciones de Lyra, por más órdenes que le dieran. Nadie tenía el poder de detenerla.

-Entonces te ayudaré -Elijah dijo con completa seguridad; Lyra arqueó una ceja, ignorando las miradas del resto de estudiantes que los observaban en los ventanales que el aula de Severus tenía -, Tu sabes que no te dejaré sola, así que no me mires como si no lo supieras.