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1996 [Your damn karma]

Lyra Black.

Tenía exactamente cuatro varitas enterradas en la piel de su cuello.

Para Lyra era un tipo de placer visual ver como ese cuarteto de ridículas había perdido los estribos sin que Lyra siquiera se esforzara en ello.

Tenía los ojos de ese maldito gato puestos en ella; pasaban de las pequeñas reacciones de Lyra, al rostro ensangrentado de Mattheo, y así seguía hasta irritarla.

Sabía que la profesora McGonagall no había intervenido, y aunque para el resto era ilógico, para Lyra realmente era puro sentido común. Dumbledore la había enviado para vigilarla, para comprender como era que su mente funcionaba, que tan peligrosa era para sus preciados estudiantes.

No lo culpaba; en la sangre de Lyra corrían dos de los linajes más retorcidos dentro de la historia de la magia. Para magos brillantes y astutos como lo era el director; estaba bastante claro que lo retorcido no solo corría por las venas.

Eventualmente se manifestaría al cerebro de Lyra, que en esos momentos, seguía siendo una incógnita para Albus Dumbledore.

-Tenías razón, Freya -Lyra sonrió con burla -, Tuve una gran bienvenida, te agradezco.

Las mejillas de Freya se tiñeron de rojo.

-También te dije que no te entrometieras.

Lyra chasqueó su lengua, causando que Sienna corriera a su lado para defenderla.

Las varitas de Pansy y Freya apuntaron al pecho de la rubia; fue como si realmente quisieran provocarla. Lyra respiró hondo, negando lentamente con su varita; Freya titubeó un poco.

En ese momento, Lyra comprendió que debía actuar rápido, ganarse el jodido respeto en el castillo para que dejaran en paz a Sienna. Lyra tendría que enseñarles a tenerle miedo, el respeto no solo sería para ella, sino que también para Sienna.

Le enfurecía de sobremanera que intentaran herir a aquellos que pertenecían con Lyra; así como Freya, Bella, Pansy e Isabella parecían detestar que jugaran con lo suyo, era lo mismo para Lyra.

Lyra poseía a las personas, y en el instante en el que ella elegía a aquellos que estarían a su lado, bueno, ni un milagro los ayudaría a separarlos de su lado, donde pertenecían.

Grace y Eloise se colocaron a ambos lados de ellas, y fue ahí, que ahora la balanza estaba equilibrada. Pansy apuntaba la sien de Eloise, Isabella el pecho de Grace.

-¿Van a lanzarnos una maldición? -Eloise espetó, sus ojos verdes iguales a los de su hermano chispearon -, ¿O se van a quedar paradas como imbéciles?

Lyra sonrió complacida al escuchar a la pelirroja hablar.

-Estas cruzando la línea, Lyra -Isabella intentó hacerla entrar en razón -, Mamá...

-Tu madre me importa una mierda, Isabella -Lyra la paró, su sonrisa irónica formándose lentamente en la comisura de sus labios -, ¿Por qué intentas manipularme de esa manera? ¿Qué es lo que te preocupa lo suficiente como para amenazarme con tu varita?

Hubo un silencio, entonces Lyra siguió la mirada de Isabella que bajaba al piso; exactamente dónde Mattheo se encontraba.

Ya habían pasado varios minutos desde que habían logrado separar a Mattheo de Draco, quien tenía su rostro tan ensangrentado, que Lyra se preguntó cómo era que seguía consciente.

Don't forget me. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora