Don't forget me. [+18]

[14]

1996, [A little slip of shame]

Lyra Black.

Lyra no sabia lo que hacia, pero esperaba no hacer el ridículo en el proceso.

No era una persona amante del deporte, de hecho, Lyra creía que era una perdida de tiempo, ahora tenia cosas mas importantes en las que enfocarse.

Como por ejemplo, desmoronarles su estabilidad a todas esas serpientes escurridizas que parecían no querer rendirse con ella y Sienna.

Lyra jamás bajaba la guardia, porque hacerlo seria un accionar irracional por parte suyo, había trabajado duro para posicionarse como sus iguales, habían sido madrugadas de insomnio, días y noches enteras en analizar hasta el mínimo detalle en ellos.

Porque bajar sus muros les daría la oportunidad de esconder a la perfección esos secretos que cargaban consigo.

Era una razón mas por las que odiaban a Lyra; había sido la primer bruja en estar cerca de arrancar ese telón y exponerlos ante el mundo.

No solo insinuaban odiar a Sienna y a Lyra, de hecho, era una realidad a la que parecían aferrarse; y así como las odiaban a ellas, también odiaban a Grace, odiaban a Eloise, a Ginny, a Harry, a Hermione, a Ron y Elijah.

El castillo comenzaba a dividirse.

Las chicas, Harry, Ron y Elijah se mantenían al margen de todo lo que Lyra hacia, porque para sorpresa suya, cubrían sus pasos para que nadie tuviera la posibilidad de atraparla.

No sabia si considerarlo como una ofensa, o tomarse la libertad de hacer el peor de los crímenes, estando segura de que ellos, (principalmente las chicas y Harry), limpiarían su mierda. 

Porque si, Mattheo y su grupo eran unos hijos de perra despiadados que encendían su instinto asesino. 

Y era con justas razones, un segundo bastaba para querer lanzar a sus cuellos la maldición imperdonable; valdría completamente la pena su destino en Azkaban si tenía la posibilidad de cometer actos no moralmente correctos en contra de esos hijos de mortífagos.

Su padre lo comprendería.

—¿Sabes lo que haces, verdad? —Sienna inquirió a su lado, con su espejo en la mano y un lápiz labial en la otra, únicamente deteniéndose para mirar a Lyra —, Todo esto es un plan maestro para aplastarle las pelotas a Riddle... algo así como caritativo.

Lyra no respondió, se conformo con aferrarse al mango de su escoba y seguir avanzando por la extensión del campo de quidditch, observo al equipo detenerse para lo que se suponía, seria el primer entrenamiento del año.