Junio 2012, en un estudio de grabación, proceso de Libertad.
Encendí la cámara y me enfoque para empezar a hablar.
– Bueno, estamos acá en el estudio. Estoy sola ahora, Pato y Guido se fueron a comprar algo para comer pero les quería mostrar un poquito del disco nuevo. – Sonreí a la cámara y después enfoque las consolas. Le di play a la canción y volví a hablar. – Bueno, este tema se llama Por Mil Noches, es un temazo de mis favoritos del disco. – Seguí grabando un poquito más de la canción y justo entraron los chicos junto a Gastón. Sonreí y los grabé. – Miren quienes llegaron.
– ¡Qué onda amigos! – Habló Guido a la cámara y me la sacó de las manos para ir a grabar a Gastón y un poco de los instrumentos.
Pato se acercó a mí con una sonrisa y me dio un paquete de papas fritas Lays, mis favoritas.
– Para vos wachita. – Lo miré con una sonrisa y se sentó en el sillón al lado mío. Apoyó su cabeza en mi hombro mientras nos reíamos de las boludeces que decía Guido.
Casi un año había pasado desde mi ingreso a la banda, habíamos presentado Vorágine en el Gran Rex en diciembre y volví a pasar las fiestas con la familia Sardelli. Alicia me abrazó tan fuerte cuando me vio, realmente la había extrañado y me atrevo a decir que más que a su hijo. Ella era mi segunda madre, la que me cuidaba de las maldades que me hacían sus hijos cuando éramos chicos y la que me contenía después de alguna discusión con Patricio.
La presentación del Gran Rex fue una locura, era la vuelta a los escenarios de los chicos y mi primera vez tocando para un proyecto tan grande como es la banda. Decidieron grabar un dvd de la presentación en el que no aparecí mucho, sentía que quizá estaba abusando un poco de la confianza que me tenían, pero en general el público me recibió bastante bien o al menos eso me hacen notar cada vez que nos esperan afuera de los hoteles y me piden fotos o autógrafos.
Aunque la verdadera locura fue el después de la presentación...
Diciembre 2011, after show en Palermo.
Estaba con Gastón tomando una cerveza en la barra del bar en el que estábamos. Guido estaba por ahí haciendo de las suyas, como de costumbre, y a Patricio lo habíamos perdido de vista apenas entramos.
Ya habíamos pasado como tres horas acá adentro y el cansancio se estaba sintiendo así que me despedí del Cuti con un abrazo y encare para la salida del bar. Ya en la calle busqué algún taxi, la verdad que dudaba que a esta hora pasara alguno pero no tenía otra opción, mi auto estaba en casa y al bar me trajo Gastón. Estaba a punto de volver a entrar cuando escucho que me llaman, Patricio caminaba a paso rápido hacia mí.
– Nat ¿pasó algo?
– Pato, no tranqui estaba viendo si venía algún taxi para irme a casa pero no creo que pasen por la hora. – Él me miró en silencio y, después de escribir algo en su celular, habló.
– Banca que agarro mis cosas que las tiene Gasti y te llevo.
Sin dejarme hablar, como es de costumbre en él, entró por sus cosas y salió haciéndome una seña para que lo siga hasta el auto. El viaje fue raro, sinceramente la relación que teníamos ahora era buena, pero algo en mi llegaba a incomodarse con solo su presencia. Patricio siempre tuvo ese no sé qué que me volvía loca, me dolió mucho dejarlo ir en ese bar. Yo no dudaba del amor que él me tenía pero también era un pendejo de diecisiete años que no estaba listo para madurar una relación ni tampoco yo era nadie para pedirselo.
Llegamos a la puerta del edificio y antes de bajar me entró la duda ¿quedará mal que no lo invite a tomar algo? Bueno... ya fue. Patricio estaba atento a cada movimiento que hacía, él más que nadie podía leerme a través de mis gestos y cuando se dio cuenta que estaba un poquito nerviosa, se río.
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Pensamientos || Patricio Sardelli
FanfictionDonde Natasha acepta la propuesta de Gastón por más que tenga que convivir con el amor de su infancia; O Donde Patricio se ve en un gran lío al darse cuenta que esa mujer lo vuelve loco desde que la conoció.