Capítulo 11

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Escenas fuertes, leer bajo su responsabilidad.






Abril 2020, un mes y medio de cuarentena.

Abrí los ojos y miré la hora, doce y media del mediodía. Hace un mes que estábamos en aislamiento obligatorio, el primer mes lo había llevado bien haciendo vivos por Instagram, twitch y componiendo, pero cuando avisaron que iban a extender el encierro otra vez la depresión me consumió. No tenía ganas de absolutamente nada, ni siquiera levantarme de la cama. Estar tanto tiempo sola hacía que mi cabeza no dejara de maquinar, los últimos años fueron tan caóticos que no me permití bajar a tierra los sentimientos, así que todo esto que me está pasando debe ser la consecuencia.

Los ataques de pánico y la ansiedad son cosas que, lamentablemente, siempre estuvieron presentes en mi vida pero que en el último año fueron tomando más protagonismo, ni hablar el último mes.

Al principio lo hablaba con Lucía y Gastón mediante videollamadas, después simplemente les mentía diciendo que estaba mejor. La realidad es que no quería ser una carga más, ellos tenían que enfocarse en su bebito. Y yo debería poder levantarme de la cama por lo menos para asearme y comer pero eso era algo que no estaba sucediendo hace una semana, al igual que responder los mensajes que me llegaban.

Les había pedido a los chicos que no le digan nada a ninguno de los otros dos Sardelli, no quería seguir molestando a Guido con mis mambos ni tampoco quería que mi ex se enterara, aunque sea una de las causas principales de mi estado deplorable.

Prendí mi celular, que llevaba días apagado, y me cayeron miles de notificaciones, mensajes de todas las redes sociales existentes y hasta más de veinte llamadas perdidas de diferentes personas. Entré a whatsapp y leí los chats que tenía. Lucia me pedía que por favor la llamara, Gastón me reclamaba con una foto de Galileo y Guido me puteaba de arriba a abajo por desaparecer, pero lo que me sorprendió fue que Patricio me había escrito. Entre a su chat y leí el último mensaje que mandó.

Nati por favor respondeme

Guido y Gastón están enloquecidos

Lucía está desesperada y Gali necesita a su madrina

Antendé amor.

Bloqueé el aparato y me hice bolita en mi cama. Las lágrimas otra vez empezaron a salir. El dolor de cabeza era insoportable. Estuve así un tiempo largo hasta que sentí el celular vibrar. Una, dos, tres veces, tendría que haberlo apagado otra vez. A la cuarta vez lo agarré sin mirar y atendí probablemente eran Guido o Gastón.

Natasha te voy a matar nena – la voz de Patricio me sorprendió del otro lado, enseguida me senté en la cama – ¡Estás loca nena como vas a desaparecer así! ¿Qué tenes en la cabeza Natasha?

– ¿Patricio? – Mi voz salió acongojada y él volvió a hablar.

¿Qué pasó Nati? – el llanto volvió y esta vez peor, no podía respirar y sentía que se me cerraba el pecho. – Tranquila Nati – sentí movimiento del otro lado y llegué a escuchar la voz de Guido.

– No puedo más Pato, no aguanto. – El llanto se intensificó y el aire se me volvió a cortar. Escuchaba a Patricio hablar con alguien mientras que puertas se abrían y cerraban.

Escuchame, arma un bolso te estoy yendo a buscar. Te aviso cuando estoy abajo, por favor amor calmate y respira como vos sabes hacerlo.

– Bueno pero no cortes, no me dejes sola. – Empecé a meter las cosas que creía necesarias mientras que seguía la llamada abierta y Patricio hablaba cada tanto. Cuando fui al baño a buscar cosas me vi en el reflejo, estaba demacrada. Mis pelos eran un desastre y mis ojeras estaban más marcadas que nunca, sin dudarlo prendí la ducha y me bañe en menos de cinco minutos.

Terminé de cambiarme y Patricio avisó que estaba abajo, salí del departamento cerrando con llave y baje por las escaleras, no era capaz de encerrarme en el ascensor. Abrí la puerta de entrada y ahí estaba él apoyado en el auto. Llegué a su lado y lo primero que hizo fue abrazarme por los hombros, pase mis brazos por su cintura y me pegué a él.

– No desaparezcas más así Nati por favor. – Habló después de unos minutos de silencio con su boca apoyada en mi hombro. – Vamos a casa.

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

Diciembre 2016, rodaje Huracán y Cicatrices.

Después de aquella escena que decidió armar Patricio arriba del escenario en el último Luna Park de Libertad, fuimos portada en absolutamente todos los medios de comunicación, Twitter estalló y se formó la clara grieta que ya suponíamos que se iba a formar. Fans que se pusieron contentas y confirmaron la teoría que tenían sobre nosotros, y otras fans que un poquito me bardearon, en realidad el nivel de agresión era increíble, pero que simplemente elegí ignorar.

Como siempre que hay show, hay after y en ese que se hizo después del tercer round fue imposible salir tranquilos. Había cámaras por todo Palermo buscando la primera nota de los dos juntos pero si había algo que teníamos en común era que eso de la farándula no era lo nuestro, por lo que al salir del bar y sentir miles de flashes encima, pasamos entre ellos sin responder a nada. Esa noche, Gastón había conocido a Lucía y al mes empezaron a salir.

Ya habíamos estrenado el nuevo disco junto al video de Vivamos el Momento, que grabamos en el Valle de la Luna, y una firma de discos. Al mes lo presentamos en el Luna Park y ahora estamos grabando los video para Huracán y Cicatrices que se va a estrenar en cines.

Como en el resto de los videoclips, Patricio era el director junto a Gabriel así que con Gasti y Guido estábamos boludeando por ahí con la cámara de los back.

– Bueno, otro back cubierto por Cuti. – Habla Gastón a la cámara y me río chiquito ¿Qué dice? – Se me ríen acá, ¿te estás riendo de mí pequeño demonio? – me enfocó y se la saqué de la mano.

– Miren gente, si hay una persona que siempre cubrió los backs fui yo. Que Gastón no se venga a hacer el otro ahora. – hablé mirando a la cámara y Gasti se acercó para aparecer en el plano.

– Si, cubrías vos hasta que empezaste a ser la actriz principal y chau. – Negó con la cabeza haciéndose el indignado y yo carcajeé. – No se olviden de las raíces gente.

Seguimos hablando boludeces a la cámara cuando siento que alguien me abraza por atrás. Pato deja un beso en mi cuello y saluda para el video. Quizá en otro momento hubiese pedido que saquen esa parte pero hoy decidí que me cansé de ocultar cosas, a parte ya habíamos blanqueado todo.

– Bueno, los dejamos con Gasti porque esta señorita tiene que grabar su parte.

Nos fuimos para el set mientras Pato me contaba un poco de los videos. Primero estábamos haciendo el de Cicatrices, que era el segundo en la historia que se contaba. Teníamos que grabar toda la secuencia en el baño y después íbamos a grabar mis tomas individuales.

Gabriel nos pasó las líneas que teníamos que decir y con Juan, el actor que habían contratado para el video, nos fuimos a un costado a memorizarlas. Pasado un ratito, apareció Patricio para llevarnos a grabar. Antes de entrar, me agarró del brazo y me acercó a él para después acariciar mi mejilla.

– Me gusta el nuevo look eh. –Le sonreí y me acerqué a darle un beso. Con la escusa de la grabación decidí cortarme el pelo por lo hombros y hacerme el flequillo más rollinga que podía existir. Me separé apenas de él.

– Te amo. – Pato me sonrío y volvió a besarme hasta que lo escuchamos a Guido gritar nuestros nombres. Nos separamos riendo y antes de entrar me habló al oído.

– Te amo más. 





Bueno, se vienen capítulos fuertes ok.

Que dolor escribirlos bien y después peleados loco

Otro tema nada que ver, este viernes tenemos cita con la bandita que manija 

Nos vemos el próximo amigas, las quiero <3

Voten y comenten, si quieren que pase algo en especial lo piden ok?


Pensamientos || Patricio SardelliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora