Capítulo 25. Tercer trimestre

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Abril 2021, siete meses.

Estaba en el estudio de casa trabajando en una mezcla, hace un mes había empezado a trabajar con artistas nuevos y tenía algunas cositas acumuladas para hacer. Seguía siendo parte de la producción de los chicos pero eso estaba prácticamente liquidado, solo quedaba elegir la lista de temas y el nombre. También estaban trabajando con el ilustrador para la tapa y cerrando fechas de la gira.

Cerré el archivo cuando el hambre se hizo presente, eran las dos de la tarde y estaba desde las nueve sin comer nada. Fui a la cocina respondiendo mensajes en mi celular, escuché ruido y levanté mi vista. Patricio estaba en cuero haciendo el almuerzo, me acerqué y dejé un beso en su espalda desnuda para abrazarlo por la cintura.

– Aparecieron mis mujeres – se dio vuelta y dejó un beso en mi frente dejando sus manos en mi panza ya abultada.

– Tu mujercita tiene hambre. – rió y nos separamos para terminar de acomodar la mesa.

Solamente éramos nosotros tres desde hace dos meses que Guido se había mudado, la casa de acá atrás la pusieron en venta casi al mismo tiempo que la familia se enteró del embarazo por lo que aprovechó y con la excusa de que su hermano mayor ya estaba formando familia dijo que era hora de independizarse. Aunque tampoco fue mucha la independencia, como los patios coincidían, con Patricio hicieron un cruce por ahí así que se la pasaba entrando a casa como si fuese suya. Al principio me asustaba y terminaba tirandole con algo, ahora ya me acostumbre.

Por otro lado y como dije antes, había empezado a trabajar con artistas emergentes y una de ellas era Mila, sí la Mila de Guido. La realidad es que ella no era nueva en la industria pero estuvo mucho tiempo sin sacar música por lo que cuando se enteró mediante Wos que había empezado a producir, no dudó en mandarme mensaje y fue así que terminé produciendo junto a Evlay el tema de ella y Valen que entraría en el disco de él. Sinceramente no tenía idea que había pasado entre ella y Guido ni tampoco pregunté, simplemente le conté al Sardelli menor que ella se había contactado conmigo por las dudas.

Habíamos terminado de comer y ahora estábamos en el sillón viendo alguna de esas películas que a Patricio le gustaba. Toni tenía apoyada su cabeza en mi vientre y levantó las orejas cuando la bebé pateó, se ve que la sintió. Me reí llamando la atención de Pato y me miró con una sonrisa, agarré su mano y la apoyé en mi panza provocando otra patada. Su sonrisa se hizo más grande y la película pasó a segundo plano.

– Hola gorda – dijo apoyando su cabeza en mis piernas y pegando su boca a mi piel. La bebé se volvió a mover entusiasmada escuchando a su padre.

Me estaba terminando de bañar, hoy era el cumpleaños de Gastón y hacía algo tranquilo en su casa. Pato me esperaba tirado en la cama así que me terminé de arreglar lo más rápido posible y mientras él cargaba algunas cosas en el auto que Gasti nos había pedido que llevemos, me fui al fondo para ir a buscar a Guido que venía con nosotros. Batman me recibió contento cuando me vió pasar al jardín de su dueño y cuando entré llamando al rubio a los gritos me sorprendí con la escena que me encontré. Guido con Mila encima y los dos en el sillón, ambos se separaron rápidamente cuando me escucharon y crucé mis brazos levantando una ceja. Me reí al ver a Mila ponerse roja y la cara de orto de Guido.

– En cinco los quiero arriba de la camioneta. – dije dándome vuelta.

– ¿Cinco minutos? Estamos ahí en dos.

Carcajee escuchando a Guido y subí al asiento del acompañante. Pato me miró confundido al verme sola.

– ¿Y Guido?

– En el sillón de su casa con Mila encima, le di cinco minutos y dijo que en dos estaban acá. – rió negando con la cabeza.

– Que pendejo de mierda.

Pensamientos || Patricio SardelliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora