El dolor es terrible, creo que nunca dejará de doler.
Mi cuerpo se siente frío, no hay calor a mi alrededor. Escucho gruñidos y cuerpos de lobos chocando el uno contra el otro, aullidos que llaman a la manada porque uno de los suyos ha sido herido. El olor de la sangre que emana de mi pecho me recuerda al oxido, no me gusta. Quisiera poder levantarme y preguntarle a Khun si esto fue un error, no puedo entender por qué hermano mayor me ha causado este dolor. Él dijo que me amaba, él dijo que jamás dejaría que alguien me hiciera daño, pero ha sido él, él me hirió, él dejó que todo esto pasara.
— ¡Kim! — escucho que grita Chay y su voz suena lejana— ¡Porsche! ¡Kim está aquí, Porsche! ¡Porsche, hay mucha sangre!
— ¡Busquen a Anya, ahora! — grita Vegas—. Díganle que las guardas no son el problema, es Kim quien debe ser atendido ahora, es una emergencia, no podemos dejar morir a Kim.
— ¿Qué haremos con el señor Tankhun, alfa? — alguien pregunta.
— Enciérrenlo en uno de los calabozos, que uno de los hechiceros de la manada de Tankhun que llegaron antes de todo este desastre pongan una línea de polvo de plata a su alrededor, si es necesario, encadénenlo. No dejen que nadie más que los brujos se acerquen a él. No dejen que Kinn lo vea.
— Oído alfa— dice alguien, seguramente un beta joven— . Anya vendrá en unos minutos.
Las voces se confunden de nuevo dentro de mi cabeza. No sé qué es real y qué no. Solo sé que Porchay no se ha alejado de mi lado, siento su mano en la mía y me pregunto cómo es que alguien tan pequeño no está temblando de miedo al ver mi cuerpo cubierto en sangre.
— Kim, Kim, no me puedes abandonar, Kim— dice Chay en un susurro asustado— . Kim, eres un alfa, los alfas son invencibles. Por favor, Kim, por favor no vayas a donde fueron mamá y papá, Kim, por favor.
Quisiera poder levantarme y reconfortarlo, decirle que no iré a ningún lado, decirle que no lo dejaré solo porque no podría alejarme de él. Quisiera decirle demasiadas cosas, pero el dolor es horrible y si abro los ojos sé que no podré soportar lo que veré. Tengo que conservar mis fuerzas. Tengo que negarme a ir a otro sitio, a otro lugar donde Chay no estará. Las palabras de Porsche suenan en mi mente, no las que grita ahora pidiendo que alguien le explique cómo fue posible que alguien pudiera atacarme sino las que dijo antes: que la tierra puede darle poder a un alfa, que esta tierra puede prestarme sus fuerzas hasta que logre estar mejor.
Mis manos tocan el suelo como si buscaran agua en ellas. Apenas puedo moverlas, pero me escucho cantando la misma canción que el bosque: no puedo irme, no puedo dejar a Chay. Por favor, por favor, no puedo dejar a Chay.
Una sensación cálida me envuelve de pronto, el dolor se hace menos insoportable y descubro que puedo escuchar todo con claridad. Escucho que Kinn ha llegado al claro y que Porsche lo toma entre sus brazos para detenerlo porque está luchando por acercarse a mí.
— Es peligroso, no puedo dejar que vayas a él ahora, no podemos tocarlo hasta que Anya detenga la hemorragia, la cercanía de Chay le hace bien— dice Porsche con una voz llena de dolor y también de amor.
— ¡Es mi hermano, alfa! ¡Déjame ver a mi hermano! No puedo creerlo, no quiero creer que Khun hizo esto— dice Kinn con voz desesperada.
— No fue Khun, alguien lo obligó a hacerlo— dice Vegas con voz pausada— . He convocado a uno de los mejores brujos sanadores del país, vendrá a revisar a Khun, sé que el verdadero Khun está ahí, solo tendremos que llamarlo a nosotros.
— Si Kim muere no me quedará nada— dice Kinn y un sollozo herido sale de su garganta— . Kim es lo más importante que tenemos y dejé que lo hirieran, dejé que mi hermano fuera atacado así.
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La Canción del Ángel
FanfictionDesde la muerte del último Alfa de todos, la guerra de los cazadores no ha dejado más que un rastro de sangre sin final en las tierras de la manada Theerapanyakul. Para volver a traer la paz, nuevas alianzas deberán ser forjadas y el poder de un a...