Capítulo 22: Este día de verano

56 9 0
                                    


No podemos seguir viviendo un minuto más a ciegas, es lo que dije en la última asamblea de lobos y es lo que creo con todo el corazón. Aunque no hemos sido atacados, aunque hemos podido esconder a todas las manadas que me juraron lealtad, sé que nadie ha ganado una guerra esperando, no ganas una guerra con la idea de defenderte cuando el enemigo decida venir por ti.

Es por eso por lo que esta vez saldré al mundo y buscaré a mi enemigo, quiero saber dónde está, quiero encontrarlo y arrancarle la cabeza, quiero que todo esto termine de una vez. Casi un año ha pasado desde nuestro último enfrentamiento. Ahora soy un lobo de veinte años que ha envejecido más rápido que los demás y que apenas puede recordar un día sin preocupaciones. Ahora mismo Chay es más alto que yo y también se ha vuelto menos sonriente. A veces me pesa saber que la guerra ha causado eso. Por eso debo terminarla. Por eso debo salir a explorar.

Sé que a Chay no le gusta la idea, no me lo ha dicho, pero lo veo en sus ojos. Mi compañero quiere oponerse a que me arriesgue a ir en busca de nuestro enemigo, él quiere ir conmigo, pero necesito que se quede aquí. Durante este último año, los dos nos hemos dado cuenta de que los demás alfas confían en él más de lo que lo hacen en mí. Los demás lobos se acercan a él si necesitan consultar algo conmigo. Creo que se ha esparcido el rumor de que, si necesitas hablar con el Alfa de todos, primero debes llevarle tus preocupaciones a su compañero. Chay es amable y diplomático y no les causa temor a los demás como al parecer lo hago yo.

Aunque Chay es más alto que yo ahora, Khun dice que es mi rostro serio el que intimida a los demás lobos. Chay dice que es porque soy demasiado guapo. Saifah dice que es porque apesto a poder y que ese poder puede alejarlos a todos menos a los que me conocen y saben que en el fondo soy un blandengue. Sin embargo, creo que está bien si la manada funciona así, Chay y yo somos un buen equipo y los demás lobos están sorprendidos de lo bien que dos chicos de veinte y diecinueve años respectivamente, han manejado una situación como esta.

A lo largo de los meses, la fortaleza que Vegas construyó para que pudiéramos escondernos se ha convertido en un hogar. Aquí hemos celebrado cumpleaños y nacimientos de cachorros, e incluso Khun ha instaurado la tradición de cenar todos juntos los domingos. Poco a poco, incluso los lobos más desconfiados se han vuelto parte de mi familia. Poco a poco hemos cambiado el temor por la certeza de que no estamos solos, pero sé y todos también lo saben, que ha llegado el momento de hacer el primer movimiento, es hora de controlar el campo de batalla.

No será Omh quien venga a cazarnos, claro que no: seré yo quien vaya por él. Seré yo quien lo haga pedazos.

El plan es dejar la fortaleza mañana por la mañana, los lobos Alfa más poderosos liderarán equipos de búsqueda. Todos viajaremos por carretera y seguiremos los rastros que nuestros brujos han ido investigando por medio de su comunicación con otros hechiceros. Tengo una idea bastante certera de dónde podré encontrar a Omh, sé que él no espera que vaya a atacarlo.

Mi esperanza es que la magia oscura lo haya debilitado al grado de no poder salir al mundo ni siquiera a buscar atrapar a Chay. Debe estar débil, los rumores que hemos escuchado es que se esconde en un refugio de sombras porque no le es posible ponerse en movimiento.

Sí, claro, sé que no puedo confiar del todo en los rumores, pero no estamos caminando a una trampa a ciegas. Sé que hay omegas merodeando el territorio. La semana pasada, sin más, encontramos a varios de ellos atacándose porque no les es posible mantener lazos, la locura los consume. Cuando se pierden en lo más profundo de su lobo, no hay mucho que hacer por ellos y comienzan a matarse los unos a los otros.

Sí, también sé que debe haber otros mil peligros acechando nuestro viaje, pero no puedo mirar atrás. Si esta es la única oportunidad que tenemos, entonces debo tomarla y hacerme cargo de las consecuencias de mi decisión. Esa es la principal tarea del Alfa de todos.

La Canción del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora