Capítulo 19: En el corazón del bosque.

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Puedo sentir su intranquilidad. Todos se preguntan lo mismo. Todos quieren saber si estoy bien.

¿La verdad? No lo estoy.

¿Qué es lo que tengo que aparentar? Que el daño no es tan grande como todos piensan.

Cuando los ojos llenos de esperanza de mi manada se posan en mí siento que voy a derrumbarme. Mis hermanos se adelantan para encontrarse conmigo y yo no me siento capaz de sostener la mirada de los dos, pero debo hacerlo. Esto es lo que el Alfa de todos debe hacer, esto es lo que Vegas, mi padre y mi abuelo hicieron antes que yo.

Ahora mismo soy capaz de sentir el peso de la manada sobre mis hombros. Todos quieren saber que estoy bien, todos sienten la alegría de ver al Alfa volviendo entero a su lado, pero las preguntas calladas que puedo ver en sus ojos amenazan con aplastarme porque no soy lo que ellos esperan. Dejé ir al traidor. No fui capaz de vencerlo.

—Kim, ¿qué le pasó a Saifah? — pregunta Khun y el silencio se hace aún más profundo.

Todos quieren escuchar la repuesta. Todo el mundo sabe que lo que estoy cargando en mis brazos es un humano que ya no es tal cosa. Todo el mundo puede olerlo, todos saben lo que pasa cuando un humano es mordido por un lobo, solo hay un destino para él.

—Los omegas de Omh lo atacaron— me escucho decir con voz tranquila, y esa tranquilidad se cuela en mi manada, esa tranquilidad hace que la ansiedad se aplaque un poco porque el Alfa tiene respuestas para todo.

Es así como ha sido siempre. Es así como debe seguir siendo.

—Tan cerca de la luna llena— dice Kinn quien se acerca a mirar el cuerpo de mi amigo—. Su primera transformación será dolorosa, no podremos evitarlo.

—Lo sé— digo sintiendo un nudo en mi garganta—. Pero quizá podremos ahorrarle un poco de dolor ahora. Su corazón está bien, se está curando rápido, es un síntoma de la mordida. Top...

—Alfa— dice mi cuñado caminando hacia mí.

—Tienes que cuidar de él, mantenlo seguro hasta la luna llena— ordeno—. Que nadie lo moleste, solo yo estaré a su lado. Por ahora es lo mejor, cuando un humano cambia el mundo se vuelve abrumador para ellos.

—Entendido, Alfa— dice Top y toma el cuerpo de Saifah entre sus brazos—. Si no te molesta, lo llevaré a una de las habitaciones que el Alfa Vegas preparó para todos.

—Te lo agradezco, Top— digo, y mi voz se quiebra al escuchar el nombre de Vegas—. Iré a revisarlo más tarde. El dolor de la mordida no lo dejará hablar hoy, quizá mañana...

—A tu servicio, Alfa— dice Top y lo veo alejarse con dirección a una enorme casa de aspecto señorial que se alza en medio del corazón del bosque.

Es una construcción que se erige como un castillo en medio de las altas copas de los árboles y miles de flores de colores. Me digo que esto debe haberle llevado a Vegas años y años de planeación, pero también años y años de secretos. El dolor de la muerte de mi primo, algo que no he procesado del todo, me golpea con fuerza. Es hasta este instante en el que me doy cuenta de que los cazadores siguen llevándose a mi familia, que no descansarán hasta aniquilarme a mí también y a todos. Pero no les daré el gusto, por supuesto que no. Hace rato, descubrí que Omh es tan mortal como cualquiera de nosotros. Una de sus manos se pudrirá en el bosque del mismo modo en el que un día lo hará su cuerpo entero.

—¿Trajeron el cuerpo de Vegas?— pregunto en voz alta y ante esa pregunta, Chay, quien había permanecido quieto y callado, se mueve a mi lado y toma mi mano con fuerza.

La Canción del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora