Capítulo 20: Dentro de la mente de Chay

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—¿Cuántas manadas han caído? — pregunto con seriedad.

La mesa cuadrada en el enorme comedor que Vegas preparó en este refugio está llena de lobos alfa, todos ellos lucen demacrados. Todos ellos son los líderes de otras manadas las cuales se han escondido en otros lugares clave antes de intentar reunirlos aquí.

—Cuatro, Alfa— dice alguien con voz cansada, un lobo joven llamado Tul—. Las manadas de la costa no recibieron el mensaje a tiempo. El brujo oscuro los atacó antes de que nuestros mensajeros pudieran llegar con los Alfas Saelim, Ayutthaya, Thonsuk y Chaimongkhon. Sus manadas no eran enormes, pero son perdidas sensibles, solo sobrevivió un beta en la mayoría de ellas. Litta Ayutthaya fue la única Alfa que sobrevivió, pero creemos que no se encuentra nada bien. El brujo oscuro asesinó a sus cuatro cachorros, dos de ellos acababan de nacer.

—¿Mataron a todos? — pregunto sintiendo un vacío en el estómago, no puedo imaginarme la maldad necesaria para matar pequeños cachorros así como así— ¿Por qué no trajeron a la Alfa Litta a este lugar?

—Lo intenté, Alfa— dice un chico de no más de quince años de piel morena que luce asustado y algo cohibido de estar hablándome a mí directamente—. Hermana mayor luchó con furia después de que el brujo oscuro matara a mis sobrinos, pero... cuando todo terminó y volví a buscarla, ella seguía abrazada a los cuerpos de los niños. Fue horrible, Alfa. El brujo oscuro quemó todo, los quemó a todos. Yo pude huir porque ese día yo y otros betas habíamos decidido escalar una montaña cercana. Cuando volvimos, todo era una locura y solo pude escuchar la voz de Litta pidiéndome que me escondiera, así que eso hice. Pero hermana mayor no es la misma, creo que nunca lo será. El brujo oscuro asesinó a su familia, ella perdió a su compañero también.

—¿Otro lobo? — pregunto sintiendo escalofríos por la historia que acabo de escuchar.

—No, Alfa, el compañero de Litta era un humano— dice el chico con voz ahogada—. Ellos se amaban demasiado y por eso es por lo que entiendo que mi hermana no pueda hablar con nadie, apenas puede mantenerse despierta porque cuando lo hace, comienza a gritar y su dolor es tan terrible que los brujos de la manada que nos acogió la mantienen dormida. No puede cambiar a su forma lobuna. Creo que mi hermana desea morir, Alfa.

Me levanto de la mesa sin poder soportarlo ni un segundo más. El silencio que sigue a las palabras del adolescente que me sigue mirando con reverencia mientras me acerco a él, es profundo e insondable. Sé que en esta sala debe haber al menos otras cinco historias como la que el chico acaba de contarme. Sé que el brujo oscuro no ha perdido el tiempo y que ataca sin discriminar. Sé que Omh no juró en vano al decir que nos destruiría a todos. Sé que mi último ataque no hizo más que encender la furia dentro de él.

—¿Cómo te llamas? — le pregunto al chico y no dejo de mirar sus ojos.

—Nak Ayutthaya a tu servicio, Alfa— responde él y me enseña el cuello de forma respetuosa.

Suspiro de forma triste y revuelvo el cabello del joven cuyo rostro parece estar todavía en esa transición rara entre el cachorro y el lobo joven en el que seguramente se ha convertido ya.

—Lamento que hayas tenido que experimentar una perdida así, Nak— le digo con voz seria—. Lamento que haya sido así para todos los lobos aquí reunidos. Nuestras familias han sido mutiladas, nuestros hogares han sido destruidos. No puedo prometerte una venganza rápida, ni a ti ni a nadie. La oscuridad con la que nos enfrentamos ahora mismo es demasiado grande. Sin embargo, Nak, creo que los lobos han mostrado una y otra vez que es posible reconstruir. Podemos hacerlo. Solo te pido que luches a mi lado. Sé que no es algo sencillo, mucho menos ahora que sé que en el fondo de tu corazón crees que mi familia y yo te hemos fallado, pero yo también perdí a mi familia, toda la vida no he hecho más que intentar sanar una perdida más fuerte que la otra. Así es la vida de los lobos, supongo, pero es hora de cambiar nuestro destino. ¿Qué dices, Nak?

La Canción del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora