𝔐𝔦 𝔠𝔥𝔦𝔠𝔞 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬

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Mi actividad favorita desde que tengo memoria, es volar con mis dragones, tuve la suerte de que cuando nací, 3 huevos de dragón me eligieron, para acompañarme, nadie había tenido tantos dragones desde mi ancestro Drakon, el fue el que nos liberó de los demás elementos, y ahora yo tenía 3 perfectos dragones y soy la domadora más joven que pueda existir.

Esta sobre el lomo de Viserion, pero como siempre Rhaegal y Drogon me acompañaban a todas partes, yo veía las llamas caer por montones en las fosas, sentir el aire caliente que irradia mi ciudad en mi piel, me encanta. Me detuve quedando volando en un solo punto, viendo como los colores comenzaban a cambiar, a uno rosa, morado y azul oscuro, ya estaba oscureciendo.

—Vamos Viserion, debemos de volver a casa.

Como siempre las comunicaciones que podía tener con mis 3 dragones, era nada más que perfecta, así que di,os la vuelta y bajamos en picada hasta la casa Dragonste.
Mis dragones se apoyaron en el lugar que tenemos destinados para el dragón de mi madre y mis 3 dragones también había un espacio para los dragones que cuidábamos, pero ellos iban aparte. Con gracias me baje de mi dragón y los lleve al lugar donde están su comida, carne cruda, que dependiendo el día la deben cocinar. Así que ya con mis 3 dragones ubicados frente a la carne les dije.

—Dracarys.—los 3 estañaron, cocinando la carne.

Yo me fui, y en la entrada se encontraba mi madre, estando frente a ella incline mi cabeza en respeto,

—Por fin llegas mi Anika.—Me dice en Valiryo nuestra lengua natal.

—¿Que sucede madre?

Ella metió su mano en un bolsillo de su vestido largo, mostrándome una carta, igual a la carta de las cosas de mi padre...

—¿Llegó...

Mi madre asintió.

—Así es, tu carta para Hogwarts cariño.

Yo corrí hacia mi madre y la abracé con fuerza, tenía una gran sonrisa, por fin podría conocer el mundo de mi padre, siempre tuve miedo de que no llegara la carta, que quizás los genes de mi mamá fueran tan fuerte, que no dejara que yo tuviera magia, pero aquí está la prueba. Soy una elementalista del fuego y una maga.

—Ven vamos a dentro, que mientras comemos unos deliciosos dulces de fuego, hablaremos sobre tu viaje a Hogwarts y cuando iremos a comprar las cosas.

—Vamos.

Era cierto, en la sala había unos dulces de fuego, estaban con llamas y cuando me metí uno a la boca  sentí el sabor delicioso del fuego pasando por todo mi cuerpo.

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Lo que ninguna de las dos Dragonste sabía, debido a que Lady Dragonste desde que su esposo falleció no volvió a salir, y su hija nunca fue, aunque tuvo demasiado interés mientras crecía, se calmó cuando su madre le dijo que podría ir cuando cumpliera 11 años. Pero retomando, lo que no sabían es todas las veces que la pequeña Anika Dragonste, salió en los periódicos. Y un pelirrojo, el mayor de 6 hermanos y el menor de uno llevaba desde que tiene memoria coleccionando las portadas de los periódicos en donde la Khaleesi aparecía.

—CHARLIE.—Fue el grito que le dio su madre.

Los pasos de las escaleras sonaron y Charlie bajo a la cocina.

—¿Que paso mamá?—Pregunto.

Ella levantó la mano y mostró un sobre con un sello rojo. Charlie corrió y le quitó el sobre a su madre para poder abrirla. Era su carta de aceptación de Hogwarts.

—IRÉ A HOGWARTS.

Bill el hermano mayor bajo con un periódico.

—Y no solo eso hermano, mira quien también irá.

Mostró un periódico, en donde estaba Anika montando su dragón, y titulado en el periódico "LA PRIMERA ELEMENTALISTA QUE VENDRÁ A HOGWARTS"

—Por fin podrás conocer a tu amor platónico hermanito.

—Cállate Bill.

—Dejen de pelear niños.

Charlie le quitó el periódico a su hermano, y tomó la pagina en donde salía la domadora de dragones.