𝔑𝔞𝔯𝔯𝔞 ℭ𝔥𝔞𝔯𝔩𝔦𝔢
Estaba observando detalladamente los recortes de periódico que tengo en mi lado de la pared, en la habitación que comparto con Bill. Anika Dragonste, las fotografías a blanco y negro y en movimiento no mostraban la belleza que ella tenía, su cabello era pelirrojo no como el de mi familia o el mío, era un rojo vivo, el rojo que se ve en el fuego o en los incendios, su cabello tan precioso ardía como ella o sus dragones, y su ropa en cuero y un tatuaje que nunca le había visto, tenía 3 dragones una fecha y una palabra, la palabra es la única que recuerdo "DRACARYS" y su piel, apenas nos rosamos pero su piel se sentía caliente, como si mil llamas estuviera dentro de ella.
Sentí un golpe en mi cabeza, logrando que viera lo que me golpeó, una almohada. Vi en la puerta y estaba mi hermano con una cara de burla.
—Por fin conociste a tu amor platónico Char, ¿Algo que decir al respeto?
—Si, 1) no es mi amor platónico, solo admiro su valentía 2)Me sorprendí por verla por primera vez a color. 3) Estoy seguro que le hubiera pasado a cualquiera.
—Charlie, estarás en el mismo año que ella, ya veremos cómo haces para no babear por ella. Espero que le hables y se vuelva mi cuñada dentro de poco
Tome la almohada y se la lancé.
—No me gusta Anika Dragonste
—Piensa lo que quieras, pero si no te acercas tú haré todo lo posible para que al menos hables con ella.
𝔑𝔞𝔯𝔯𝔞 𝔄𝔫𝔦𝔨𝔞Mi madre separó una habitación en el caldero Chorreante, ya que nos quedaríamos una semana entera antes de que yo subiera al tren, mi madre me mostraría algunas cosas, como las monedas y claro iríamos por ropa, aunque no creo que la use mucho.
Estaba viendo por la ventana de la habitación que nos dieron, me hacía mucha falta mis dragones en momentos como estos, estaría volando sin un rumbo fijo...y mundo elemento me hace falta, aquí todos son magos, son relativamente iguales, en cambio en mi mundo son tan diferentes y que decir ciudad en llamas, aquí había miles de temperaturas, llegue ye stabs haciendo calor, no tanto como en ciudad llamas peor había sol y ahora está lloviendo, la gran ventaja e saje nunca tengo frió, por mi temperatura como una hoguera.
La puerta se abrió y por ella entró mi mamá, dejando algo que ya se que se llama sombrilla a un lado.
—¿Como te fue en el ministerio de magia mamá?—Le dije en mi lengua natal el Valiryo.
Ella tomó su cabello en una cola alta y se sentó a mi lado en la ventana, hizo mi cabello a un lado y vio mi tatuaje. Un dato curioso ella y yo tenemos el tatuaje prácticamente igual, lo que la diferencia es la cantidad de dragones y la fecha, pero de resto es igual incluso nos lo hicimos a la misma edad, a los 10...se que para algunos en muy pronto, pero para mi gente los tatuajes a temprana edad son completamente normal, y más en mi familia que siempre nacemos con una dragon tatuado en la espalda.
—Me explicaron porque tu cara sale en todas partes, eres una especie de ídolo aquí...ya que eres una mestiza de una Elementalista y un mago, sin contar por ser jinete de dragones, te seguían la pista hasta que vinieras a este mundo.
—¿Seguirán sacándome fotos a escondidas?
—Si, pero llegue a un acuerdo, cada vez que quieran publicar algo sobre ti me lo mostrarán antes a mi, para aprobarlo, ya que es verdad lo que el ministro dijo, es una manera de demostrar las diferencias entre ambos mundo, pero si tú no estás de acuerdo enviaré una carta diciendo que tiene prohibido usar tu imagen.
—Así está bien el acuerdo madre, no tengo problema.
Mi madre me dio una sonrisa y un beso en mi frente.
—Vamos a comer algo, para luego ir a la cama.
𝔑𝔞𝔯𝔯𝔞𝔡𝔬𝔯 𝔬𝔪𝔫𝔦𝔰𝔠𝔦𝔢𝔫𝔱𝔢
Una semana entera pasó, en donde Anika aprendió muchas cosas de ese mundo tan diferente al de ella, vio los diferentes tipos de ropa que vendía, la comida que por alguna razón no la daban hirviendo a como ella estaba acostumbrada, los tipos de moneda y dándose cuenta que existe mucha pobreza, algo que ella nunca había visto ya que nadie en ciudad en llamas es pobre, todos son muy bien acomodados y ganan más de lo que necesitan para sobrevivir, así que eso fue algo que la impresionó, lo único que ella se negó a comprar fue una lechuza o mascota ya que para ella sus mascotas son sus 3 dragones.
—Hija debes dormir, mañana será el gran día.
Ella no le estaba prestando atención a su madre, ella tenía en su mano una llama que estaba bailando y ella la veía con fascinación, soltando un suspiro hizo un movimiento de su mano y el fuego se apagó, solo quedando con las llamas características de sus ojos.
—¿Me extrañaras mami?—Le pregunto ya en la cama y su madre la arropaba.
—Claro que si mi pequeña jinete, pero cada vez que invoques una pequeña chispa de fuego, recordarás de donde es la mitad de ti, y quien te dio esas chispas y ya que el mundo mágico también es de tu vida, de la vida que te dejo tu padre. Pero siempre te recordaré y créeme cariño ciudad llamas y mundo elementos te estarán esperando.—Ella tomó la mano de su primogénita y la vio a los ojos.—Mi querida Anika, si en algunas momento mientras estes aquí no te sientes cómoda, y quieres volver a tu hogar eres bienvenida y con los brazos abiertos.
—¿Papá no se molestaría conmigo si no puedo con la magia?
—Tu padre te amaba y te ama en donde esté con los Valars, el solo quiere tu felicidad, y si tu felicidad está en el mundo elementos o en mundo mágico o en ambos, es tu decisión esa es tu ventaja puedes elegir, ya que eres d ellos dos mundos y eso te hacía tan única a la vista de tu padre, el te ama cariño y apoyará tu decisión.
Los ojos de Katerin brillaban, como si quisieran llorar como siempre le pasa cuando habla de su difunto esposo.
—Gracias mami, ¿duermes conmigo?
—Claro mi péquela jinete.
Katerin se acosto al lado de su hija, en donde durmieron abrazadas.
ESTÁS LEYENDO
𝔐𝔦 𝔠𝔥𝔦𝔠𝔞 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬
Fiksi PenggemarEn los vastos territorios de Mundo Elemento, donde los cielos se encendían con llamas danzantes y los valles resonaban con el rugido de las bestias aladas, vivía Anika Dragonste. Desde temprana edad, se sumergió en el arte ancestral de la doma de dr...