⓪①⑨

97 18 1
                                    

𝔑𝔞𝔯𝔯𝔞 𝔄𝔫𝔦𝔨𝔞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



𝔑𝔞𝔯𝔯𝔞 𝔄𝔫𝔦𝔨𝔞

Les mostré toda la casa a la familia de mi novio, cada cierto tiempo preguntaban sobre algunas de las cosas que teníamos expuestas y era mi madre quien les contaba la historia de todo, y mucha de la historia de mi familia. Pero ya íbamos a llegar a mi parte favorita, donde están los dragones.

—Ahora sigue mi parte favorita de la casa. El santuario de los dragones.

Las puertas de oro se abrieron revelando la magia, miles de trabajadores moviendo caretas con joyas, mientras otros ayudaban a los 4 dragones que posee mi familia a hacer ejercicio, cuando las puertas se abrieron todos los trabajadores se detuvieron y se inclinaron sutilmente ante mi madre y ante mi, nosotras se los devolvimos con un asentimiento de cabeza.

—SON DRAGONES DE VERDAD.—Grito arón súper emocionado que iba a salir corriendo pero lo sujete a tiempo.

—Cuidado pequeño Ron.—Me agaché a su altura.—Para alguien como tu que no tienes la habilidad del fuego tiene que estudiar mucho para poder estar cerca de los dragones, pero mira pequeño...si estás con alguien como yo los dragones dejarán que los toques incluso que los montes. Prométeme Ron que no te acercaras si mi madre y yo no estamos cercas.

—Lo prometo Anika.

—Muy bien.

Me levante del suelo y mi madre dijo.

—Ese dragón que está ahí.—Dijo señalando al dragón de escamas verde oscuras .—Vermax, es mi dragón.

—Si puede ver a los 3 dragones restantes son los míos. Viserion, Rhaegal y Drogon.

—¿Por que tienes 3?—pregunto uno de los gemelos.

—Porque soy especial fotocopia...cuando nací 3 huevos de dragones se abrieron, pensaron que era que habían nacido 3 bebés del fuego. Pero no...fui la única que nació ese día y los 3 dragones respondían a mi.

Viserion resopló soltando fuego hacia arriba, así que me acerqué corriendo a donde estaba para acariciarlo y que se calmara un poco. Cuando lo conseguí me monte en la montura y con las riendas los guié a donde estaban los Weasley. Le debía un viaje a mi novio.

—¿Te quieres montar en un dragón Charlie?

—¿Puedo?—Me pregunto súper ilusionado en su voz

—Tu solo no, pero estarás conmigo que se volar, solo que aprenderás como lo hacemos nosotros.

-Claro que quiero. ¿Como aprenden?

-Nos montamos y vemos haber que pasa.—El trago grueso pero asintió.— Muy bien.—Mire detrás de mi y silbe.—DROGON

El dragón se acercó a mi y le toqué una de sus alas.

𝔐𝔦 𝔠𝔥𝔦𝔠𝔞 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora