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Estábamos acostados en la nieve mientras veíamos las nubes, nuestras manos tomadas de la mano, sentí el guante que cubría la mano de Charlie de mi piel sin guante, yo nunca necesité esa ropa de invierno. Pero el se ve adorable así.

—¿Que me ves?—Me pregunto.

Nos acomodamos en la nieve viéndonos frente a frente.

—Veo que mi hermoso y sexy novio, se ve adorable con esa ropa de invierno.

—Sabes que si no se me congelara el pene te haría gemir ahora mismo.

Me acerqué más a él.

—Te recuerdo que yo soy una maquina de fuego.

—aclaró que lo se.—Dijo besándome el cuello.—¿Ya sabes que vas a hacer el próximo año que terminemos Hogwarts?

—Si, voy a irme a Rumania a enseñarle a entrenar dragones a los magos.

El me vio a los ojos sorprendido, yo sabía que el se quedaría en Rumania pero el no sabía lo que yo haría.

—¿Te quedaras en mundo mágico?

Yo asentí.

—así, lo haré por un buen tiempo, traeré mis dragones ya les estoy sacando los permisos, en mundo elemento la ciudad llamas tiene suficientes domadoras y somos expertos, pero ustedes los magos necesitan mucha ayuda y yo soy la persona indicada para enseñarles.

—Entonces...esto sonará muy rápido y apurado ¿te gustaría que viviéramos juntos en Rumania?

—Claro que viviremos juntos Charlie, no te librarás de mi tan fácil.

—estaremos juntos siempre.

***

Estábamos en navidad en mundo elemento, Charlie me acompañó a mi casa y en este momentos estábamos en la plaza central, esperando que comenzara el ritual de género.

—¿Recuérdame cómo funciona este ritual?—Me dijo Charlie.

—Mira, cuando una mujer del fuego está en su quinto mes de embarazo, ella y el padre se comen un corazón de dragón, el fuego que la madre saque en su mano dependiendo la llama dirá que género es.

—¿Si es posible que se coman el corazón del dragón?

—Claro, se lleva haciendo en generaciones.—Lo vi a los ojos.—Te contaré una historia, por lo que algunos dicen que soy tan poderosa, cuando mi madre estaba embarazada de mi, papá aun vivía llegó el tiempo de su ceremonia, teniendo miedo de que a papá le pasara algo con el corazón, mi madre se lo comió entero. Por eso dicen que yo nací tan poderosa.

—Entonces si tenemos un hijo,¿te comerás el corazón?

—Claro, eso asegurara que nuestro hijo o hija nazca con mi don.

—¿Si yo también quisiera comerlo, podría?

Lo vi sorprendido pero le dije.

—Claro.

—Solo asegurémonos que mi familia no esté presente.

Y yo solo pude reír.

𝔐𝔦 𝔠𝔥𝔦𝔠𝔞 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora