La reciente información preocupó visiblemente a Harry durante bastante tiempo. Esa noche, Harry se despertó sudando y jadeando a causa de una pesadilla. Soñó que estaba encadenado, embarazado, dentro de la mazmorra de Malfoy Manor. Soñó que abrazaba a su hijo durante apenas un minuto antes de ser golpeado por la misma luz verde que ya conocía demasiado bien, antes de despertarse, dando gracias a todos los dioses por tener un brazo fuertemente envuelto alrededor de la cintura. Harry no veía por qué tenía que tener miedo. No era como si hubiera sucedido.
Por suerte, o por desgracia, depende de cómo se mire, Harry siempre tuvo un carácter fuerte y se había acostumbrado tanto a ser herido y utilizado que lo que aprendió del diario de Malfoy pronto quedó encerrado en lo más profundo de su mente, optando de nuevo por olvidarlo por completo. Esto no es nuevo para ti, Harry, pensó.
Aunque Severus no había mostrado sus emociones igual con su marido, él también estaba intranquilo. Temía que alguien ahí fuera se llevara a su familia.
Severus no era de los que se detenían en una información tan inútil, dado que estaba en el pasado y ya no podía hacerles daño, pero abría el pensamiento de posibilidades en su mente. Siempre existía la posibilidad de que le arrebataran a Harry. No eran inmortales.
Sin embargo, los dos magos prefirieron no comentar nada de lo que habían aprendido con sus amigos. Decidieron no darle más vueltas. Era el pasado. El hombre estaba muerto. Eso era lo que se repetían una y otra vez hasta que se lo creyeron.
En lugar de pensar en los "y si...", se centraron en el presente. Estaban casados. Tenían a Sebastian. Tenían una familia. Eso era lo único que importaba.
Unas semanas más tarde, Harry se despertó sintiéndose fatigado y agotado. Cuando miró a su lado, Severus no estaba en la cama. Al mirar la hora, se dio cuenta de que era casi mediodía. Harry nunca dormía hasta tan tarde, y menos entre semana.
Con todas las fuerzas que pudo reunir, Harry se levantó lentamente de la cama para lavarse la cara y cepillarse los dientes. Probablemente no podría ir a trabajar y decidió escribirle a Dennis. Harry no sabía dónde estaba Severus ni por qué no lo había despertado antes.
Harry se dirigió a regañadientes al despacho de Severus con la esperanza de encontrar a su marido. No estaba allí. Maldiciendo su propia estupidez, llamó a Dippy.
-¿Sí, maestro Harry?-.
Harry se apoyó en la pared, sintiéndose de pronto un poco mareado. -¿Ha visto a Severus o a Sebastian?-, preguntó.
-El señorito se está cortando el pelo, maestro Harry-, respondió la elfa, preguntándose por qué se le había olvidado a su amo. Después de todo, fue él quien le pidió al maestro Severus que llevara al joven amo.
-¿Oh? ¿Eso es hoy?- ponderó Harry antes de darle al elfo una sonrisa cansada. -Gracias, Dippy-.
El elfo doméstico miró a Harry durante un minuto antes de iluminarse y salir de su presencia. Con un suspiro, Harry se arrastró de vuelta a la cama. Estaba demasiado cansado para moverse. Debía de haber cogido la gripe. Era un mal efecto secundario de trabajar en una botica. Los enfermos solían ir y venir, y técnicamente era temporada de gripe.
En cuanto Harry volvió a la cama, se quedó dormido al instante.
Mientras tanto, por orden de Harry, Severus llevó a Sebastian a cortarse el pelo. Al niño de tres años le crecía el pelo muy rápido. Antes no le molestaba, pero a Sebastian actualmente le gustaba el pelo corto, así que los padres tuvieron que cortarle el pelo trimestralmente.
-Muy bien, jovencito. Siéntate derecho-, le ordenó el barbero, el señor Striver. El señor Striver había sido el barbero de Severus durante muchos años y éste confiaba en el hombre lo suficiente como para dejarle cortar el pelo a su hijo también.
ESTÁS LEYENDO
FALLING INTO PLACE
Hayran KurguEventualmente, todas las cosas caen en su lugar. Harry Potter desapareció después de la Batalla. ¿Dónde estaba el salvador del mundo mágico? Obviamente UA. HP/SS. Mpreg. Mucha pelusa familiar. ------------------------------------ Autor Original: new...