GOL ( Pedri González )

Capítulo veintiséis: Le tiré la piedra

Narra Carla

—Hay momentos y situaciones en la vida en las que pienso que sobro, y vosotros me lo estais confirmando —dice mi hermano.

Al escuchar a Juan hablar, Pedri parece despertar de un trance. Sacude la cabeza, me mira durante un segundo y luego se aparta de mi rápidamente para disimular.
Se separa mas aún y se pone de pie. Es cuando me dispongo a ser tan "discreta" como siempre;

—¿Ibas a besarme? —pregunto algo asombrada aún.

—No. Sólo estaba jugando contigo.—masculla en voz pasota mientras se arregla el pelo con las manos—. Nunca besaria a una chica como tú.

Ruedo los ojos y resoplo con muy mal genio. Me levanto de la cama mientras que no puedo evitar mirarle con mirada de odio.

Ya van dos veces que me dice algo asi.

¿Qué tengo de malo?

Realmente me da igual , yo tampoco tengo ningún tipo de interes en él, pero ya es curiosidad.
Me habla como si yo fuera diferente a las demás.
Y nunca ha sabido explicarme el por qué.

Me trata como si yo fuera un bicho raro.
Y ya me estoy cansando.

Parece darse cuenta de que estoy arta por que procede a preguntarme.

—¿Y ahora que problema tienes? —me pregunta en un tono cansino, como si no pudiera aguantarme ni un minuto más.

Yo a él tampoco la verdad.

—¿Qué intentabas jugando conmigo? —le pregunto mirándole fijamente.

—Ponerte nerviosa, para demostrarte que puedo con cualquiera —contesta algo más serio de lo habitual.

—Pues conmigo no has podido —le rebato.

—Me has rehuido la mirada tú primera. Asi que he ganado.

—Por que mi hermano ha hablado y le he mirado —está apunto de seguir con el debate pero le freno para seguir yo hablando, necesito dejar este tema atrás.

Agarro su móvil y se lo estampo con fuerza en el pecho.

—Toma, tu novia Lorena está esperando tu llamado.

—¡QUE NO ES MI NOVIA! —me replica.

Pero aún asi marca su número a toda prisa y se pega el móvil a la oreja para comenzar a hablar con ella.

Mientras que Pedri le regala toda su atención a Lorena, mi hermano se acerca a mi para hablarme.

—Yo no sabia donde meterme—. Enarco las cejas al escucharlo y se me escapa una sonrisa, él sigue hablando.— Tampoco se a que ha venido todo esto, si supuestamente os odiais —continúa en susurros.

—Ha venido por que es un creido de mierda y se cree que va a poder controlarme. Yo solo aguantaba la compostura, asi que tranquilo que no ha pasado nada, de hecho he estado apunto de escupirle en un ojo.

Juan sonrie para luego continuar negando con la cabeza, como si lo que le acabara de decir no lo terminara de creer.
Se cruza de brazos para luego apoyarse en la pared.
Yo mientras me vuelvo a sentar en la cama, miro atentamente a Pedri, quien está a dos metros de mi hablando con Lorena.

Me mira se reojo y sabe que le estoy prestando atención por que aprovecha para hablar de mi.

—Era la hermana de un amigo. Sólo te estaba gastando una broma —le dice en un tono pacifico.

Le sonrio forzada y con los ojos entrecerrados para reflejar a la perfección el odio que le tengo. Pero el sigue como si nada hablando por teléfono, sonriéndole a la nada.