GOL ( Pedri González )

Capítulo treinta y seis: Duchate conmigo

Narra Carla

—Ni lo sueñes Pedri. No.

Lo digo lo más rápido y lo más claro posible y aunque lo intente disimular me tiembla bastante la voz porque se acaba de bajar los pantalones quedándose en calzoncillos asi que lo decía totalmente en serio. Pedri se quiere duchar conmigo.

—¿Qué problema tienes? Según tú no impongo a nadie ¿verdad? No debería ser nada para ti —dice con firmeza aún con la camiseta puesta.

Mierda se está vengando de lo que le dije antes. Su orgullo una vez más sobresale de su ser y se hace notar.

Si le digo que no se duche conmigo se saldrá con la suya y se pensará que me pone nerviosa por lo que saldrá ganando.
Está jugando conmigo.

Al ver mi silencio Pedri prosigue hablando.

—Aunque... si no quieres que me duche contigo, no pasa nada. Yo me siento en el filo de la ducha mirando hacia el suelo y te espero... Pero eso sí, tendrás que admitir que te impongo...

Antes de que siga hablando le freno para seguir yo.

—Esta bien, duchate conmigo.

Pedri abre la boca pero la cierra nuevamente se ha quedado sin habla.
Odio que me subestimen. No se imaginaba que le diría que si por lo que se ha quedado asombrado.

Lo único que Pedri quería con todo esto era que admitiera que me imponía tanto como para no dejarle que se duchara conmigo.

Para demostrarle que me da exactamente igual, le he dado permiso para que se meta conmigo en la ducha. Así podré demostrar que no me pone para nada nerviosa.

Pedri traga saliva pero por fin se anima a hablar.

—¿Has dicho que si? —masculla nervioso.

Asiento con los brazos cruzados y lo más seria posible.

—Carla... no tienes porque yo solo... es decir... pensaba que me Dirías que no... no quiero que hagas esto por orgullo —termina diciendo preocupado.

—Pedri me das exactamente igual, así que no tengo problemas en que te duches conmigo. Total para mi no eres nadie —sueno tajante.

Quizás haya sido un poco brusca al decir esto pero no me debo preocupar porque el ego de Pedri es tan fuerte que empiezo a pensar que nadie podrá romperlo jamás.

Se que lo de ducharnos juntos es una mala idea pero al final una cosa ha llevado a la otra y ahora mismo estoy viendo como Pedri González se está quitando la camiseta justo a medio metro de mi.