Capítulo treinta y uno: Demasiadas visitas

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Narra Pedri

Carla se acaba de ir a la estación de tren y justo acaba de llegar Gavi, pero no ha venido sólo.
Cuando me comentó que me iba a traer una sorpresa pensaba que se trataba de la consola para jugar al FiFa o algún que otro videojuego pero nunca pensé que se trataba de Ferran.

Nunca pensé que vendría también Ferran.

Pero la verdad que me ha alegrado verle

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Pero la verdad que me ha alegrado verle. Es mi otro mejor amigo por lo que no hace falta comentar lo feliz que me hace que estén aquí ambos.

Llegaron diez minutos después de que Carla y su hermano se fueran, por lo que es un gran alivio para mi. Casi coinciden pero parece ser que por una vez la suerte está a mi favor y ha hecho que no sea así.

Si hubiera pasado esto último no sabría como explicarle a Gavi y a Ferran todo lo que ha pasado con Carla. Al habérselo ocultado podrían llegar a pensar que lo que rumoreaban era cierto y que les he metido todo este tiempo aunque realmente no sea así.

Pero bueno, menos mal que ya todo ha pasado.

No tendré que ver más a Carla, y ellos no sabrán nada de lo que ha pasado estos tres últimos días.

Y sobre todo es un gran alivio que Carla no vea a Gavi. Después de lo que dijo sobre que es más guapo que yo no podría soportar que se vean ni un segundo.

—Joder pensaba que aspirabas a algo más que esto. Esto parece la casa de los enanitos de blancanieves. Es súper pequeña ¿Dónde se supone que voy a dormir tío? —dice Gavi mirándolo todo al rededor.

—Es lo que había más cerca del hospital no te quejes tanto.  ¿No decías que me echabas mucho demenos? Pues dormirás conmigo esta noche y listo —carraspeo.

  ¿No decías que me echabas mucho demenos? Pues dormirás conmigo esta noche y listo —carraspeo

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Gavi niega al instante, como si eso no le convenciera.

—En ese caso lo retiro. Ya no te extrañaré nunca más —dice poniéndose lo más serio posible. Aunque en el fondo veo como esconde una sonrisa.

Ferran se tira en el sofá y es cuando dice algo que casi me lo arruina todo.

—Pedri tío el sofá huele a perfume de mujer... bueno mejor dicho a colonia de esas del supermercado —dice metiendo su nariz aún más entre los cojines.

GOL ( Pedri González )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora