GOL ( Pedri González )

Capítulo setenta y siete: Paz

Narra Pedri

Juan se ha ido a su cuarto y me ha dejado solo con Carla.

Estoy empezando a pensar que lo ha hecho a propósito.

Paso por al lado de Carla, silbando, camino unos cuantos pasos hasta llegar a la cocina.

—¿Te hace gracia? —me pregunta mientras me sigue.

Al girarme la veo con las cejas alzadas con un rostro serio.

—¿No vas a ofrecerme ni un vaso de agua? Tengo sed —digo con cierto vacile.

Me gusta sacar de quicio a Carla y que mejor momento que cuando está enfadada.

—Sabes que toda esta pelea es por tu culpa ¿no?

Hago una mueca y me llevo la mano al pecho afligido.

—¿Mia?

Ella asiente para luego desviar su mirada hacia los vasos, agarra uno, lo llena de agua y luego me lo tiende.

Enarco las cejas, me parece tan absurdo que me siga culpando que por un momento me lo tomo como una broma, no obstante, pronto me encuentro inspeccionando su rostro en busca de algo que la delate.

Pero no, lo dice en serio.

Bebo un poco de agua mientras espero a que me diga algo.

—Bueno, quizás no sea tu culpa —restifica— pero... hemos discutido por ti por lo que...

—Por lo que sigues siendo tu la culpable. No intentes echarle la mierdas a otros Carla, eres demasiado orgullosa. —le continuo la frase.

Ella rueda los ojos para luego agarrar su móvil y mirar la pantalla.

—Mierda —espeta para si misma.

—¿Qué pasa? —le pregunto con impaciencia.

Al girar su pantalla se puede ver una foto de nosotros dos agarrados de la mano y sonriéndonos. Vaya por lo que se ve a salido a la luz las fotos de la sesión del otro dia.

—Que guapo salgo —añado con una media sonrisa para luego tomar otro trago de agua.

—Que no es eso imbécil. Mira quien me ha mandado la foto

Entrecierro los ojos para enfocar con rápidez.
Se la ha mandado Gavi con un mensaje que pone: "¿deberia ponerme celoso? "

Se me escapa una risa en el acto.

—Respóndele que si —digo riéndome al segundo.

Carla suspira para armase de paciencia, se muerde las uñas nerviosa mientras que tantea pulsando el teclado.
Me pregunto qué le habrá contestado al final.

La foto es preciosa hablando claro. Salimos ambos con la camiseta de España mirandonos a los ojos y sonriendonos. Aún me sorprende que haya sido una foto espontánea e improvisada.
Ni posando saldría la foto tan perfecta.

Y es ahí la magia de nuestra química, todo sale bien sin quererlo.

—No me extraña que se ponga celoso —inquiero con una voz ronca. — solo tienes que mirarnos.

Ella enarca las cejas para luego observar la foto de nuevo. Frunce los labios y por un momento se lo piensa. Hasta que me mira de reojo y recae en la situación.

—Es una simple foto—. Niega con la cabeza varias veces—. una simple foto —vuelve a repetir para autoconvencerse.

—Ya pero tienes que saber diferenciar... Entre una foto... —digo dejando el vaso encima de la mesa para acercarme un poco a ella—. Y la realidad.