Pretty Love ||JimSu|| Omegaverse

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Jungkook soltó un largo suspiro, mientras miraba atento a su amigo omega que ahora le daba la espalda mientras se encontraba recostado en su cama, las cosas habían pasado tan precipitadamente, Yoongi le había dicho que quería ir con él a jugar videojuegos a su casa, pero en cuanto Yoongi entro y él cerro la puerta, el omega se derrumbo por el llanto, Jungkook le consoló con un abrazo mientras Yoongi se rompía por completo en sus brazos.

Jamás en su vida pensó que tendría a su mejor amigo omega llorando con tanto desconsuelo en sus brazos, tardo un poco en llevar al omega a su habitación para que estuviera más tranquilo y así evitar que alguno de sus padres los descubriera y pensarán que le había hecho algo, pero afortunadamente ni siquiera se habían presentado en casa.

Yoongi le hablo sobre la confesión que le hizo a su alfa, sobre el rechazo, sobre sus burlas, y sobre la ultima conversación que tuvo con aquel alfa, y volvió a llorar mientras Jungkook se dedicaba a abrazarlo, el omega estaba completamente roto y Jungkook no sabía que remedio usar para repararlo, así que sólo se dedico a escucharlo y brindarle el abrazo que su propio alfa nunca le ha dado.

Ahora se encontraban recostados, Jungkook abrazaba al omega por la espalda, mientras que Yoongi dormía, sus pestañas se encontraban levemente húmedas por las lagrimas y su respiración era tranquila, soltaba su aroma que no era el mismo de siempre, el toque acido y amargoso se encontraba en toda su fragancia natural, la tristeza en su ser estaba tan presente que solamente hacía a Jungkook sentirse terrible.

El omega se removió entre sus brazos.

—Hey... —Jungkook hablo en voz baja, acaricio levemente la cintura del omega—, tranquilo, estás conmigo, Yoongi...

—Jungkookie... —la voz levemente somnolienta del omega lo hizo sonreír levemente, Yoongi volvió a removerse para está vez girarse y dejar de darle la espalda al alfa detrás suyo—, ¿cuánto dormí?

—Como quince minutos —menciono Jungkook—, no fue mucho.

—Siento que dormí un siglo —soltó un bostezo haciendo que su aliento golpease parte del rostro del alfa.

El alfa no pudo evitar mirar a los ojos a Yoongi, por alguna razón el brillo que antes tenían parecía haber desaparecido, su mirada era opaca, carecía de esa alegría que tanto le caracterizaba, y eso no le gusto en lo absoluto.

—¿Tienes hambre? —pregunto el alfa.

—No —el omega negó—, sólo quiero dormir...

—Vamos, omega —trato de animar—, te compraré lo que quieras, es más, te preparare algo de comer, me han dicho que soy un experto en la cocina, ¿qué dices? Puedes pedirme lo que quieras.

El alfa sonrió hacia el omega, pero Yoongi a duras penas y correspondió su sonrisa.

—No quiero...

—Tienes que comer, Yoongi —volvió a insistir—, sino ¿cómo vas a tener energía para ir a la escuela o volver a casa?

—Es mejor ¿no? —el omega no lo miraba—. Creo que es mejor quedarme sin energía... así yo...

—No lo digas —el alfa le interrumpió—, para nada es bueno que te quedes sin energía, quiero que comas, hay que c-comer juntos.

—No tengo apetito...

—Yoongi —el alfa llevo su mano a la mejilla del omega al percatarse de la pequeña lagrima que empezó a descender—, no llores, bonito... anímate ¿sí?

El omega no respondió ante ese gesto.

—Creo que debo irme —menciono el omega.

—Iré a dejarte a casa.

—No es necesario.

—Insisto, Yoongi —Jungkook sabía que en esos momentos lo que menos era bueno era dejar solo al omega—, vamos, te llevaré.

El omega no dio protesta alguna.