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Se encontraba mirando hacia el cielo, el cual mostraba un arrebolado cielo de nubes rosas y un degradado de tonalidades amarillas y azules, la vista es hermosa, el omega lo sabía, Jungkook se había ido hace un par de horas, las cuales las utilizo en leer, comer algo y en revisiones que las enfermeras le realizaban, aunque claro eran de las últimas, mañana por fin saldría de ese lugar, sería completamente libre y podría volver a clases, sus padres le habían llamado desde el hospital para saber como se encontraba y estaban tan emocionados como él.

Sonrió levemente, nunca pensó que volvería a abrir los ojos, tenía vagos recuerdos de como se durmió, simplemente se despidió de sus padres indicándoles que dormiría más temprano de lo habitual, lo demás era borroso, oscuro... quizás así es como se sentía morir, es como tomar una larga siesta, posiblemente jamás se hubiera enterado de esto, pero sólo estuvo en coma, aunque parecía ser lo mismo, no tenía ni siquiera recuerdo alguno de lo que soñaba mientras estaba en ese estado, quizás ni siquiera hubo algún sueño en realidad.

Escucho como la puerta de su habitación era abierta de forma abrupta, de inmediato aparto la vista de la ventana y sus ojos se abrieron en grande al ver a la persona que se encontraba parada en la entrada, era Jimin... pero ¿por qué venía tan agitado? Las piernas del alfa parecían dar leves temblores como si hubiera corrido el maratón más largo de toda su vida, algunos de sus cabellos se encontraban húmedos por el sudor que escurría por su frente y su respiración agitada podía ser escuchada en toda la habitación.

—¿J-jimin? —hablo esta vez Yoongi, nombrando a aquel alfa que a pasos casi arrastrados se aproximaba hacia él—. ¿Qué se supone que...?

Jimin no le dejo terminar, en cuanto estuvo cerca de él, le mostro la flor, el omega no pudo evitar dirigir su mirada hacia las manos de Jimin, y fue en ese preciso momento en que vio de que se trataba, sus labios se entreabrieron levemente y un brillo adorno sus ojos, era un girasol, ¡un girasol!

—U-un girasol —la sonrisa no pudo ser evitada en Yoongi, el alfa dio un asentimiento mientras trataba de regular su respiración, los latidos de su corazón eran desbocados, había corrido casi todo el día—, p-pero —Yoongi tomo la flor que Jimin le entregaba—, ¿cómo...? Es decir, no es época.

—Lo sé —dijo el alfa en un resoplido, aún no podía controlarse del todo—, en todas las florerías me dijeron lo mismo... pero... —el omega lo miro—, logré encontrarlo... es para ti, omega...

—No tenías porque... —Jimin le interrumpió.

—Es tu flor favorita, por supuesto que... —las mejillas de Yoongi se calentaron levemente, así que evito la mirada del alfa—, debía conseguirla para ti —Jimin tomo asiento en el banquillo que estaba en el costado derecho de la cama de Yoongi, dejándose caer de forma brusca.

—¡Por la luna, Jimin! —dijo el omega al ver al alfa, su polera estaba humedecida por el sudor, el cuello del alfa destilaba sudor al igual que su rostro—. Pareciera que corriste un maratón, ¿estás bien?

—Pues no fue un maratón —soltó un largo resoplido, inhalo profundamente y miro al omega—, pero se sintió como uno...

—Jimin...

—Creo que visite cada florería de todos los rincones que pudiera haber en esta ciudad —soltó una risa en un suspiro, burlándose de él mismo—, todos me decían lo mismo, no es época de girasoles, pero... —volvió a mirar al omega que le prestaba atención—, de verdad quería conseguirte uno —le regalo una sonrisa—, y lo logré... espero que te guste, gatito...

—¿G-gatito? —las mejillas de Yoongi eran un poema de color rojizo, su corazón dio un vuelco, pero antes de que tan siquiera pudiera darle las gracias a Jimin, el alfa se desplomo dejando caer su cabeza sobre la camilla en la que descansaba Yoongi.

El omega parpadeo un par de veces, la respiración de Jimin se estaba calmando poco a poco, el omega acerco su mano hacia la cabeza del alfa, intentando tocar sus cabellos, pero el alfa ladeo la cabeza, mostrándole su rostro al omega, sus ojos estaban cerrados, el cansancio y la falta de comida le habían agotado por fin, pero había logrado su cometido, entregar la flor a su omega. La sonrisa casi fue imperceptible en Yoongi, pero de alguna forma aquel gesto le impresiono, miro al alfa, algunas gotas de sudor lograban empapar más su frente y otras se deslizaban por su rostro. Acerco su mano de nuevo, hacia los cabellos de Jimin, acomodándolos, sintiendo la suavidad de los mismos y la humedad del sudor.

—Gracias, alfa... —murmuro por lo bajo Yoongi sin dejar de regalarle una sonrisa a Jimin.

Pretty Love ||JimSu|| OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora