24/03/2004

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(Gerard)

En los siguientes días, Frank dejó de venir en la escuela. Eso era malo, terrible, Lindsey no pudo hacer nada ya que no lo veía pasar por ninguna parte. Supuse que sus casas no se topaban, que ella vivía en una de las "mejores" zonas del barrio, mientras que Frank y yo estábamos ubicados en los suburbios de NJ. Y no es que fuese un desesperado, es que conociendo la situación de Frankie, sabiendo que justamente iba a la escuela con regularidad para olvidar los problemas de su casa, algo malo estaba pasando. Pero, ¿qué? No tenía idea, y no lo resolvería si seguía de la misma forma, debía enfrentar mis miedos y preguntar de una buena vez.

Fue así como tomé mi teléfono y busqué su nombre entre mis contactos, no debería sorprenderme porque aunque no hayamos hablado en alrededor de dose semanas, estaba entre los primeros chats. Miré su foto de perfil, que ahora era un fondo negro y una ventana, era probable que perteneciera a su habitación. Bastante deprimente. Lo bueno es que no me había bloqueado, así que me apresuré en escribirle, en ese entonces muchas preguntas vinieron a mi mente, quise saber si estaba bien, el motivo por el cual faltó a la escuela, si se estaba alimentando...

Pero, ¿qué podría decirle? ¿Cómo? No tenía idea de cómo empezar una conversación. Sabía que me vio ese beso, y, ¿qué se supone que le diga después de eso? Los planes nunca me salen como deberían, y ya me había acostumbrado a eso, solo que con Frank, ten'pia esperanza de que fuera distinto, quería que entendiera lo mucho que me afectaba el tema, pero tampoco quería que se sintiera mal por alejarse de mí, porque él podría hacer lo que quisiera con su vida y no estaba obligado a pasarla junto a mí. De hecho, me puse a pensar lo egoísta que eso sonó al imaginar toda mi vida a su lado.

Y estaba claro que en algún momento debería alejarse de mí, solo que no esperé que fuera tan pronto. ¿Acaso nos hacíamos daño mutuo? Esperaba a que no fuera así, yo apostaba a que nuestra bizarra relación nos llevaba a otro sitio, a un contexto diferente del cual solo los dos podíamos comprender. Pero nada tóxico, más bien era algo constructivo. Yo le contaba mis problemas, él los suyos y cuando nos cansábamos de oír las mismas situaciones pretendíamos olvidarlo todo y centrarnos en nimiedades.

Me negaba a creer que todo eso había acabado, pero si de esa forma debía hacer, por lo menos me aseguraría de que el chico esté bien. Quien alguna vez pudo haber sido mi chico, al que quise salvar y proteger. Solo que olvidé algo muy importante, que traté de pasar por alto: yo también tenía mis traumas.

Siguiendo mi ecuación de vida: trauma-más-trauma sería igual a positivo, así que pensé en que podría arreglarlas de mi manera.

Mi manera apesta.

Decidí escribir lo primero que viniera a mi mente, y si me arrepentía ya no habría vuelta atrás, la cosa era saber de él y antes de darme por vencido, trataría de todo para saber de su existencia. Escribí:

"Hey, Frank... Sé que no nos hemos estado hablando, pero en serio estoy muy preocupado por ti. Quería dejar algunas cosas en claro, pero creo que sería mejor hablarlo en persona. De todos modos, solo escribo para saber que estés bien. Te quiero."

Esa última frase se escapó de mis dedos, quizás un problema del corrector o algo por el estilo, pero no mentía. De verdad lo quería, y mi cabezota y mi cerebro inútil se centró tanto en hacer las cosas perfectas, en mis niveles abismales de timidez. Estuve viendo el mensaje a cada hora del día, ya ni siquiera disimulaba cuando era horario de clases, incluso en el sanitario lo abría para ver si hubo alguna contestación, o si por lo menos lo había leído. Mi corazón arrugado comenzó a acelerarse al notar que, en efecto, lo había visto, pero nada más allá de eso. Sentí un escalofrío recorrerme por completo, una lágrima caer de mis ojos, sabía amargo. Ese día tuvo un sabor a cascara de limón.

Y aquí voy de nuevo con mis analogías.

Solo diré que no obtuve una respuesta ese día, que mojé la almohada con lagunas de agua salada y que deshidraté alrededor del cuarenta porciento de mi cuerpo en la madrugada. Para colmo, la música en mis auriculares y el olor a cigarrillo me hacía recordarlo. Todo en ese entonces, pero desde nuestros primeros meses de amistad, hasta la última vez que nos vimos, podría decirse, que en buenos términos. El aroma de los cigarros se quedaba impregnado en las prendas de Frank, me imaginé que toda su casa debía guardar el mismo olor y que la idea resultaba repugnante. Aunque para mí, en ese entonces, se volvió un signo de nostalgia.

La mañana siguiente desperté sin ánimos, lo primero que hice fue prender el teléfono y ver que el mismo mensaje idiota seguía ahí, y no había nada más después de eso. Dos días más así y estaba por los suelos. Mirando hacia el cielo, ya ni tenía ganas de dibujar.

Hasta que...

"Hola."

"Podemos juntarnos en la noche en el parque de tu casa."

"Me quitaron el teléfono, ya lo tengo de vuelta."

Y esos fueron los mensajes que hicieron que mi vida volviera a tener sentido. No importó que haya ignorado el tonto "te quiero" que le escribí, o que haya sido tan seco con su respuesta. Frank estaba bien, y lo más importante: vivo. Me permití saltar en puntillas, celebrando como si hubiera ganado un premio de lotería, chillando silencioso y no pudiendo contener mi emoción.

"¡Hola...! Vale, nos vemos hoy a las siete."

No recibí ningún otro mensaje desde entonces, por lo que asumí que todo estaría bien.

Podría decirse que después de tanto tiempo, mis compañeros pudieron notar mi presencia, ya que ese día tenía energías de hasta responder cosas de las que no tenía ni idea a los profesores, claro que estaban incorrectas, pero me valían. Las materias me valían, Lindsey y su grupo también, los profesores me valían.

Me iba a ver con Frank ese día, arreglaríamos las cosas y todo volvería a ser como antes.

O quizás no... aunque me gustaba pensar en que todo saldría bien, no debía seguir siendo pesimista.

Ya había cometido una falta enorme al no escribirle desde la primera vez.

My traumatic romance | FRERARDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora