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no soy una persona que se cree perfecta, pero si creo que hay ciertas cosas que se me dan bien; cocinar postres (sobre todos los horneados), leer rápido, nadar, soy buena consejera y mi especialidad por sobre cualquier otra cosa, calmar a Paul Lahote cuando parece que está por arrancarle la cabeza a alguien. Pero parece que calmar a Paul es más fácil que hacer un puto ensayo de filosofía y el profesor Brown no parece querer hacerme la existencia mas fácil.
Olvide mencionar que según mi profesor no tengo tolerancia a la frustración, lo cual es claramente cierto porque me encuentro llorando en mi cama como si me fuese a morir mañana porque ya era la tercera vez que tenía que empezar el ensayo desde cero, ya que al parecer si filosofía fuese mi profesión me moriría de hambre.
Quizás podría ir a despejarme yendo a molestar a Jacob, pero Embry me contó que ellos dos junto con Quil irían al taller de mi primo a arreglar la camioneta del abuelo de Quil (el cual no tenía ni idea de que su nieto se la había "tomado prestada" y cinco minuto después, averiado), por lo cual Jacob y Embry se encontraban totalmente descartados. Por la hora mi padrino debe estar trabajando y se decepcionaría si no le he dado uso a su gas pimienta (o espanta viejos como el llama) que me regalo la última vez que fui a su casa, mi papá también se encontraba en el trabajo así que no podría ir a molestarlo a su recámara, y Olivia se había ido por el día con su familia a Washington.
Y me daba miedo intentar contactar a Paul, no lo quería molestar, porque era viernes por la noche y probablemente debe estar coqueteando con una rubia fabulosa que se la llevara a la cama y estará ocupado hasta mañana.
Para calmar mi mente elegí finalmente darme una ducha y cambiar mi sucio pijama por un pantalón gris de algodón, que como se lo había robado a Jacob me quedaba el tiro por la cadera y una blusa de tirantes ajustada blanca, tampoco podría olvidar mis pantuflas de conejo.
Apenas termine de cepillar mi cabello mojado sonaron tres toques en la puerta, ya había pasado toda la lista de mis opciones, así que a no ser que papá haya salido temprano de trabajar, probablemte era mi asesino quien estaba tocando la puerta.
¿Que tipo de asesino toca la puerta?, uno muy malo claramente.
No sabía que me hubiese preocupado mas, si ver a mi asesino en la puerta de mi casa o ver a mi mejor amigo con la cara llena de sangre y la respiración agitada como si hubiese corrido un maratón.
-¿que demonios, Paul?-le agarre la mano para sentarlo en el sillón de la sala y después de cerrar la puerta corrí hacia mi baño por el botiquín.
-una pelea en un bar, si vieras al otro idiota me estarías felicitando-intento sonreír pero rápidamente su expresión cambio por una de dolor. Al rededor de su ojo había una mancha morada que claramente era un moretón que duraría varios días, en su nariz había un poco de sangre seca y su labio inferior estaba hinchado debido a que salía saliendo sangre fresca de este.
