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𝘰𝘮𝘯𝘪𝘴𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦
mas abajo, en el prado, una batalla se comenzó a desatar. Mientras el clan Cullen se ordenaba en una fila, los lobos de la manada quiluete se hallaban escondidos entre medio de los árboles del bosque.
Sam Uley, el alfa de la manada, repasaba en su cabeza las técnicas de ataque que habían aprendido en las últimas semanas. Leah y Quil se encontraban lo más quietos posible, ambos preocupados por sus seres queridos.
Paul y Jared, mejores amigos desde la infancia, estaban alerta, intentando escuchar aunque sea el menor ruido o algo. Ambos tenían improntas, que se daba la casualidad que eran mejores amigas también, la diferencia estaba en que Olivia James, la impronta de Cameron, se encontraba segura en la casa de Billy Black. mientras que Cassiopeia, la impronta de Paul, estaba entre las montañas queriendo esconderse de un chupasangre.
Ni a Paul, ni a la manada, y mucho menos al consejo, les agradaba la idea de que Cassiopeia estuviera en la montaña con Edward Cullen. Todos podrían apostar a que si llegase haber un peligro inminente, el Cullen únicamente se preocuparía de Isabella. Aunque sinceramente ninguno podía culparlo, todos ellos defenderían antes a la chica Black que a la hija del sheriff.
Por eso mismo se tomó la decisión de que Embry y Seth estuvieran en las montañas con ella. Seth era el cachorro de la manada, necesitaba empezar a pelear -siempre de acuerdo a sus capacidades- pero temían que se bloqueara ante el pánico. Ahí es donde entraba Call a la ecuación, todos confiaban en que tenía la experiencia suficiente y que no se distraería tanto, es decir, claramente Lahote no podría quedarse en la montaña porque lo necesitaban con ellos, no sólo por su gran fuerza y habilidades como beta, si no también porque si algo llegaba a suceder allá arriba, Paul jamás se perdonaría no haber hecho lo suficiente.
Lahote había estado de acuerdo a que Embry cuidara de su impronta, en momentos pasados le hubiese molestado que el la cuidara mejor que el, pero ahora sabía que los sentimiento de su amigo y compañero por su novia, eran crucial para que Cassiopeia estuviese más segura que todos.
Los pasos entre la nieve se empezaron a escuchar como disparos, eran pasos firmes y rápidos, rompiendo el silencio que anteriormente se había posicionado. Los neófitos entraron al escenario, sedientos de sangre, los Cullen comenzaron a correr hacia ellos y los golpes empezaron a ir y venir.
Los Cullen eran feroces, y si bien el ejército les doblaba la fuerza, se notaba la desventaja en cuanto a práctica se tratase.
andando. Dijo Sam a través de sus pensamientos.
Los lobos salieron dando una entrada teatral, el factor sorpresa. Los neófitos estaban tan sorprendidos que ni tiempo de reaccionar tenian cuando les arracaban la cabeza.
