-cuando nos preguntan que queremos hacer con nuestras vidas siempre esperan respuestas impresionantes; estudiar una carrera, formar una familia o recorrer el mundo. Pero yo creo que la gracia de la vida está en cosas más pequeñas; las risas con amigos, las cenas familiares y los besos que compartimos. Disfrutemos los detalles de la vida porque quizás nunca seamos más jóvenes que esto, no tengan miedo de equivocarse, porque es de los errores donde sacamos los mejores aprendizajes. Lloren, rían, amen y disfruten, ¡felicidades graduados del 2006!.Mi voz sonó a través del micrófono del auditorio, los aplausos y silbidos rompieron la tranquilidad anterior.
Baje del pequeño escenario que habían montado en el gimnasio de la escuela y caminé hacia mi padre, me abrazo fuertemente con pequeñas lágrimas en los ojos.
-estoy muy orgulloso de ti-moqueo un poco.
Le dejé un sonoro beso en la mejilla pero no le pude contestar porque fui rodeada por nuevos brazos, mi padrino y Jacob me abrazaban diciendo múltiples felicitaciones.
-dejen pasar al viejo-tío Billy se abría paso entre la multitud, me agaché a su altura para saludarlo cálidamente.
-¡lo hicimos!-Olivia y yo sentíamos una euforia tremenda, fue inevitable que no saltáramos a los brazos de la otra.
Parecía ayer que habíamos empezado el último año y ahora nos estábamos graduando, sentía una mezcla de emociones rarísimas, estaba sumamente feliz pero también un poco asustada sobre todo lo que se vendría en mi vida.
Un gran grupo llamaba la atención de los presentes, la manada estaba agrupada en el fondo del salón y todos tenían globos grandes con distintas frases de felicitaciones. Nos dirigimos hacia ellos quienes empezaron de inmediato a celebrarnos, fue inevitable no ir con paul primero.
Mi novio me rodeó por la cintura y esparció besos por toda mi cara.
-ya no somos ilegales, Cassie-bromeo.
-todavía no puedo creer que hoy también sea mi cumpleaños-bufe.
Hoy era un día muy agitado, me había graduado de la secundaria dando el discurso final de graduación y también cumplía dieciocho años.
-estan todos invitados a nuestra casa para cenar, en honor al cumpleaños y graduación de cass-dijo Alexander Black.
Todos volvieron a aplaudir, hoy sería un buen día.
-¿que vamos a comer?, invitaste a la manada, ellos comen por veinte personas-me apoye en la pared para ver a mi padre. Estábamos en la cocina de la casa, faltaban minutos para que sea la hora de llegada de los invitados y no había nada para comer.
-no me complique, pedi cuarenta pizzas y las vendrán a dejar-se encogió de hombros, definitivamente era un hombre sencillo-tu tío ya no se convierte en lobo pero te aseguro que sigue comiendo como uno.
Me reí suavemente y avancé hacia el, tenía unas ganas enorme de abrazarlo, me acurruqué entre sus brazos y me agarro como siempre lo hace; como si fuese lo más importante en el mundo.
-hay algo que me gustaría decirte, cass.
-¿que sucede?-nos separamos levemente para poder vernos los rostros.
-tu sabes que no debes estudiar medicina por mi, ¿verdad?.
-lo se, es algo que yo quiero hacer.
-solo quiero que sepas que no tienes presión de mi parte, podrías tomar el camino que quieras y yo siempre estaré orgulloso de ti. Estudiar medicina es algo complicado, sobre todo porque siempre soñaste una universidad grande, pero ahora eres una impronta y no se si eso cambie las cosas.
-que sea una impronta no significa que deje mis sueños de lado, no te preocupes, cualquier universidad estará bien, el profesional lo hace uno mismo con sus méritos, no la universidad.
Dejó un beso en mi cabeza y ahí dejamos la conversación. Era cierto que ahora mi nueva conexión con Paul traía ciertas complicaciones, quizás no me podría ir a una universidad en la otra punta del país, ya que alejarnos nos haría mal a los dos, pero la universidad de Forks o la de Washington eran buenas y me permitirían volver a casa todos los días.
Había postulado hace algunas semanas, pronto deberían llegar los resultados, pero mis opciones las quise mantener en privado hasta que supiera donde iría.
Subí rápidamente a mi dormitorio para terminar de arreglarme antes de que todos llegaran, escuchaba como las voces aumentaban en el patio trasero y me miré al espejo. Hoy el clima estaba a mi favor y seguía haciendo bastante calor a pesar de ser las siete de la tarde, me había colocado un sencillo vestido color blanco y mi pelo lo dejé liso.
Unas fuertes manos agarraron mis caderas-tu padre me mando a buscarte.
Me giré a ver a Paul Lahote, estaba con unos blue jeans y una camisa blanca delgada.
-¿tengo el placer de verte vestido formal?-mis manos lo rodearon por el cuello y empecé a besarlo.
Desde que le entregue a Paul mi primera vez no había podido dejar de pensar en eso, cada sutil toque entre nosotros llevaba a mi mente a recordar aquella fogosa noche.
Una de las manos de Paul agarro mi trasero mientras nos seguíamos besando y la otra me apretó contra el por mi cintura.
-esto es lo más formal que me verás alguna vez-bromeó-te ves tan hermosa, como un ángel.
-Gracias, tú te ves muy guapo también-deje un pico en su boca para finalizar nuestro beso.
-quería darte mi regalo antes de bajar-Paul busco entre los bolsillos de sus pantalones.
-no era necesario que me dieras nada.
-sabes que siempre me intento lucir con tus regalos de cumpleaños, mira se que quizás el de este año es algo sencillo pero lo hice yo y pensé que te gustaría.
Abrió una pequeña caja donde adentro había un anillo dorado con una piedra rosada en el medio.
-Paul es hermoso, ¿como lo hiciste?, dios mío gracias te amo-hable rápidamente y lo abracé fuertemente.
Paul siempre había tenido detalles hermosos conmigo desde que nos conocimos, siempre recordaba mi dulces favoritos, los libros que me gustaban y las flores que encontraba mas lindas.
-desde que estoy con Sam en el taller he aprendido algunas cosas, la piedra es un cuarzo, lo encontré en el lago de nuestro lugar-agarro mi mano derecha suavemente y colocó el anillo en mi dedo anular, dejó un beso en esta misma-por cierto, también traje esto.
No había visto que dejara un ramo de tulipanes en mi escritorio, pero ahí estaba. Debían de haber al menos treinta flores, tulipanes rosados; mis favoritos.
-¿por que me merezco esto?-mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas que intentaba retener, no quería que mi maquillaje se arruinara con todos los invitados abajo.
-por que eres mi vida entera, Cassie.
Paul tomó mi rostro para volver a besarme, pero fuimos interrumpidos por un agitado a Seth.
-¡miren, Alexander me paso tu birrete!-el chico Clearwater entro a mi habitación corriendo y tenía puesto mi uniforme entero de graduación, la bata le quedaba tan grande que se tropezaba con esta misma y el birrete le tapaba los ojos.
A pesar de haber matado el momento romántico con mi novio, explote a carcajadas.
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𝖤𝗎𝗉𝗁𝗈𝗋𝗂𝖺 | ᴾᴬᵁᴸ ᴸᴬᴴᴼᵀᴱ
Fanfiction"𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘣𝘦𝘴𝘰, 𝘴𝘢𝘣𝘳𝘢́𝘴 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘦 𝘤𝘢𝘭𝘭𝘢𝘥𝘰." Donde Paul Lahote tiene una pequeña debilidad por Cassiopeia Black.