XVII. Sacrificio

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La tensión colmaba el aire cuando Jin y Jungkook se encontraron rodeados por cinco hombres armados, con Lisa en el centro junto a un hombre que parecía ser el líder de los escoceses. Los rayos de luz del sol se filtraban a través del polvo levantado por la reciente explosión, creando una atmósfera irreal y casi surrealista.

Los hombres escoceses mantenían una postura amenazadora, con las armas apuntando directamente hacia Jin y Jungkook, quienes no mostraban signos de rendición. A pesar del peligro inminente, ambos hombres se mantenían firmes, con miradas decididas y determinación palpable en sus rostros.

Lisa, en el centro de la confrontación, parecía nerviosa pero no intimidada. Su mirada se movía de un lado a otro, evaluando la situación y buscando una posible salida. A pesar de su participación en el secuestro de Jin, ahora se encontraba en una posición vulnerable, al tener a Jungkook siendo también apuntado.

El líder de los escoceses, un hombre de aspecto imponente y serio, observaba la escena con una expresión fría e impasible. Sus ojos recorrían a Jin y Jungkook con un brillo calculador, evaluando sus movimientos y preparado para tomar medidas en cualquier momento.

En medio de ese tenso enfrentamiento, el silencio era ensordecedor, roto solo por el sonido ocasional de las armas siendo manipuladas y el leve susurro del viento que soplaba a través del paisaje desolado. En ese momento, el destino de todos estaba en juego, y el más mínimo error podría tener consecuencias catastróficas.

-Por fin te vuelto a ver Jungkook- saludos el escocés -Aun recuerdo la última vez, lucias tan deprimido que casi sonrió ese día- apuntó a la cabeza del ruso.

-¿Qué haces?- interrogó Lisa viéndolo apunto de jalar el gatillo- Esto no era en lo que quedamos, - dijo poniéndose enfrente.

-¿En serio?- preguntó con sarcasmo viendo a la ingenua chica asentir-Creo que mentí.

-Lo prometiste.

-Las promesas están para romperse. - Lisa negó.

-Sobre mi cadáver lo matarás,- dijo amenazante.

-¡Lisa! Esta no es tu pelea- grito el escocés tirándola aun lado.

-Tiene razón, Lisa. Esta pelea es de nosotros por alguna razón,- contesto el ruso.

-¿Por alguna razón? Mataste a toda mi familia y crees que eso no es una razón válida.

- Ellos lo merecían, era una red de violadores y pedófilos.

-Eran mi familia.- en un arrebato de ira presiona el gatillo disparando el arma.

El sonido ensordecedor del disparo cortó el aire, seguido de un grito ahogado de sorpresa y dolor. En un instante de caos y confusión, el proyectil salió disparado directamente hacia Jungkook. Pero antes de que pudiera alcanzar su objetivo, Lisa se interpuso en el camino, sacrificándose para proteger al hombre al que, de alguna manera retorcida, siempre había amado.

El impacto fue instantáneo, el sonido de la bala perforando el aire se fusionó con el gemido de dolor de Lisa. Su cuerpo se tambaleó hacia atrás, una expresión de sorpresa y agonía en su rostro mientras caía al suelo, una mancha de sangre se expandía rápidamente en su pecho.

Jin y Jungkook quedaron momentáneamente aturdidos por lo que acababan de presenciar. El silencio que siguió al disparo era abrumador, interrumpido solo por el suave murmullo del viento que soplaba entre los escombros circundantes.

El líder escocés, sorprendido por la repentina tragedia, retrocedió unos pasos, sus ojos llenos de incredulidad. Los otros hombres armados parecían igualmente conmocionados por lo ocurrido, sus armas temblando ligeramente en sus manos mientras procesaban la impactante secuencia de eventos.

Con una rapidez sorprendente, Jin y Jungkook se movieron con una precisión mortal. Como si estuvieran coreografiados en perfecta armonía, se abalanzaron sobre los hombres armados, desarmándolos y neutralizándolos con movimientos calculados y letales. Las armas temblaban en las manos de sus enemigos, pero la determinación en los ojos de Jin y Jungkook era inquebrantable.

Cada golpe, cada movimiento estaba sincronizado, ejecutado con una destreza impresionante. Jin desarmaba a un oponente con un giro experto, mientras que Jungkook derribaba a otro con un golpe certero. El sonido de los disparos llenaba el aire, mezclándose con los gritos de sorpresa y dolor de los hombres atacados.

En cuestión de segundos, los cinco hombres yacían en el suelo, inertes, derrotados por la determinación y habilidad de Jin y Jungkook. Solo quedaba el líder escocés, que retrocedía lentamente, sus ojos llenos de pánico mientras observaba la rápida y feroz respuesta de sus adversarios.

Jin y Jungkook avanzaron con determinación, cerrando el espacio entre ellos y su último oponente. Con una mirada feroz, el líder escocés levantó su arma, pero antes de que pudiera disparar, Jin y Jungkook actuaron con una velocidad impresionante.

Una lluvia de balas cortó el aire, una serie de disparos precisos que encontraron su objetivo con una precisión mortal. El líder escocés cayó al suelo, su cuerpo inerte y sin vida, una bala en la cabeza silenciando cualquier amenaza que pudiera haber representado.

El silencio descendió sobre el lugar, interrumpido solo por la respiración agitada de Jin y Jungkook mientras observaban el resultado de su enfrentamiento. Con la amenaza neutralizada, se tomaron un momento para recuperar el aliento, sus mentes aún zumbando con la adrenalina de la batalla.

-Jungkook -escucharon ambos cuando hubo un silencio ensordecedor

-Lisa- Jungkook la miro desde arriba viendo como se retorcía de dolor

-Te amo,- dijo mientras una línea de sangre salía por su boca -Se que estoy pagando todo lo que hice. Perdóname,- sus ojos derramaban lágrimas -Por favor- pidió entre quejidos.

-Jungkook,- hablo Jin, pero este negó viendo a la mujer en el piso siendo aniquilada por Jimin quien le disparó en medio de las cejas.

-No tenía nada que perdonar, - Jungkook miro a Jin mirar con tristeza el cuerpo de Lisa- A mi no mato o me secuestro, -lo tomo de la mano -Era a ti al que le debía un perdón, no a mi.

-¡Jungkook!- grito Jimin a su lado.- Debemos irnos,- el azabache asintió oyendo las patrullas acercándose más al lugar.

-Te perdono, Lisa- Jin se arrodilló al cuerpo y cerro los ojos de la mujer. Sabía que el único error que llevo a la muerte a Lisa fue su sacrificio por Jungkook y aunque eso no quitaba el mal que hizo, demostró que su amor siempre fue leal al azabache.

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