[Una chica agradable]

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--Debemos encontrar la habitación real lo más pronto posible--

--¡Toshiro,escuchó pasos!-- la tomó del brazo y caminaron en la dirección opuesta al ruido.

Los pasos parecían dirigirse asia donde ellos iban aunque no eran cercanos. Toshiro y la anciana caminaban en un enorme pasillo, a cada paso sentían mas presión. Fue como encontrar agua en un desierto cuando se toparon con una puerta,rápidamente,Toshiro tomó la perilla y abrió la puerta.
En cuánto lo hizo se quedó pasmado pues adentró se encontraba un trabajador del castillo que se encontraba igual de tieso que él. Ninguno se movía pero los pasos que antes eran distantes les susurro al oído, Toshiro reaccionó al instante metiendo a la anciana adentro y cubriendo la boca del sujeto.
La tensión se podía cortar con un cuchillo, las personas afuera al fin llegaron en frente de ellos y lejos de seguir su camino se detuvieron. Se les hizo evidente que los seguían y ya sabían que se encontraban dentro, incluso detuvieron su conversación; la señora estaba lista para golpearlos en cuanto entrarán pero tan repentina como su llegada terminaron por volver a la conversación que hace un momento tenían, como si para ellos el tiempo les jugará una broma.
Toshiro y la señora se aliviaron pero su "amigo" no, pues esperaba que lo ayudarán; su estrés aumentó cuándo el albino desenvaino su espada y la colocó al raz de su cuello con suma delicadeza.

-- Quitaré mi mano de tu boca,pero si gritas o haces un intentó por escapar te clavaré mi espada-- el chico trago saliva mientras Toshiro le mostraba un mirada aterradora y fría al mismo tiempo en que le liberaba la boca--Bien, dime donde encuentro a tu rey--

--La-la-la reyna s-se encuentra a unos pasillos adelanté en las puertas grandes y rojas con encajé dorado--

--Hitsugaya, pienso que sería mejor que nos guiara hasta ella-- Toshiro miro al sujeto haciéndole enter perfectamente lo que pasaría.

Todos salieron del pequeño cuarto con el sirviente por delante para guiarlos al dormitorio de la reina.

--Atrevete a guiarnos a otro lugar o gritar y terminaras muerto-- el hombre iba temblando con la fría mirada de Toshiro clavada.

Pero no era el único nervioso,si no es que ansioso; era obvió que Toshiro no podría evitarlo. Su corazón era una sopa de incertidumbre que encontraba refugio en la idea de obtener información relevante que acabaría con todo esto. Estaba seguro en no volver a su realidad sin ella pero era incapaz de comprender por que tal esmero; pues cuando tomo la decisión de ir en su búsqueda era como si su subconsciente tomará el control.
El chico que los guiaba se detuvo en secó a unos metros de las dos grandes puertas rojas que mencionó, solo la miraba con frialdad.

Toshiro no se la penso dos veces y se acercó a la puerta ignorando al chico.

--Se lo agradezco joven-- dijo la señora y se apresuró a alcanzar a Toshiro.

El albino tomó la perilla y con el corazón en mano procedió a abrir la puerta. Una vez que lo hizo, fueron recibidos por la calida iluminación del lugar y una decoración que describirla como hermosa se queda corta. De pronto,las cortinas del balcón se abrieron con delicadez dejando ver a dos personas.

--Sean bienvenidos,los esperabamos--
Pronuncio una suave y dulce voz que al oirla los inundaba de tranquilidad al igual de una inquietud sin explicación.

--Permita me presentarme. Mi nombré es Hitsugaya Toshiro. Es un placer conocerla-- el albino hizo una pequeña reverencia.

--Ya deben saber quien soy. Pero díganme ¿Cuál es el motivó de su intromisión?--

La señora al lado de Toshiro estaba por hablar pero este la interrumpió con un gesto de su mano. Toshiro no despegaba la vista de quién ahora era la gobernante del lugar,su presencia era tan imponente que no permitía mostrar debilidad alguna.

Hermoso sueño (toshiro y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora