[¡Amigos!]

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°~TN~°

Llegue a casa de Uryu por la noche,las luces estaban apagadas,probablemente todos se encontraban durmiendo y al jalar de la puerta sin que esta se abriera no quise tocar y despertarlos. Terminé por buscar un lugar por el cual escalar al techó y una vez allí bajé al pequeño patio que tenían.

El lugar era tan tranquilo y acogedor que me detuve un rato a contemplar la casa en total oscuridad, finalmente subí a mi habitación y me tiré a la cama.

--¡Mañana sera un día increíble! ¡Pasaré el día entero con Kotaro!.... Aunque, no sé si deba ir con Urahara.... ¡Eso es problema para mañana!--

Me envolví en las cobijas y cerré los ojos para tratar de dormir,pero tarde bastante en lograrlo; solo pensaba en el día de mañana y en todo lo que haría, eso me daba un poco de nervios pero no dejaba de sentir que sería emocionante.

                              [. . . . .]

Al día siguiente, me fui de la casa tan temprano que no vi a ninguno de mis amigos. Me dirige de inmediato al puesto de takoyakis y una vez que compré lo necesario me apresuré a la casa de Kotaro.

Llegué con entusiasmo, quería verlo feliz y después de contemplar la casa, tomé aíre y grité lo más alto que pude.

--¡Kotaroooo!--

Esperé un poco temiendo que no me abriera, pero el pequeño no tardo en aparecer de golpe en la puerta. Se encontraba agitado, su rostro mostraba una mezcla de enojo y duda.

--¡¿Qué... Qué haces aquí?!-- esboce una sonrisa al escucharlo,me parecía adorable.

--¿No es obvió? --pregunte mientras levantó la bolsa de comida-- Dejame pasar para comer juntos-- frunció el seño y un leve rubor se formó en sus mejillas.

--¡Tú...No te... Ash!-- no hizo más que girar y regresar por donde vino, dejándome-- ¡Entra!-- gritó por ultima vez.

Reí un poco y me apresuré a entrar. Era una casa grande pero me impresionó más lo deteriorada que se encontraba.
La madera bajo nosotros rechinaba con cada paso a la vez que se desprendía polvo y cachos de madera de las paredes. Había telarañas y el empapelado de los cimientos se caía, era peor de lo que imaginé,me sentí horrible sabiendo que aún vivía aquí.

Pronto llegamos a lo que era al comedor... O lo que quedaba de el, no había nada más que escombros.

--Em... ¿No crees que sería mejor comer en el pasillo de antes?--

--Si quieres comer sera aquí-- reclamó enojado y se sentó en el suelo.

Pero de los escombros salió corriendo una enorme y horrenda rata que nos hizo soltar un gritó y salir corriendo de allí. Salimos al jardín donde ya no había rastro de esa rata,ambos nos miramos mientras recuperamos el aliento; ahora ya no había razón para no comer aquí.
Al final terminamos comiendo en el mismo pasillo de la última vez, pero, era demasiado incómodo. Nadie decía nada, por más que quisiera no salía palabra alguna de mi boca, cada que intentaba hablar me mataba con la mirada y solo tomaba un bocado de comida.

Por suerte ya no había más comida y ya podía irme. Sin embargó,no era tan fácil, mientras recogía pensaba en cómo hacerme su amiga,en cómo agradarle.

--Bueno... Eso es todo, adiós Kotaro-- apenas pude decir eso y me apresuré a salir de la casa -- Ag soy una idiota, no debí hacer nada de esto--

Suspire y trate de no pensar en eso. Quizás iría con Urahara aunque ir a casa de Uryu y no salir de la cama sonaba mejor. Ya casi llegaba al pueblo cuando algo me distrajo, era el sonido de rápidos pasos que parecían acercarse, me detuve para mirar atrás y quién los producía era Kotaro ¿Qué hacía él aquí?

Hermoso sueño (toshiro y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora