Extra I

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Alina

La revelación de que Neitan era el chico del cementerio me dejó en un torbellino de emociones. Lo vi allí, un reflejo de vulnerabilidad y desolación, un alma desgarrada por el dolor. No quise perturbar su momento de duelo, así que en silencio le ofrecí mi pañuelo y me alejé.

Ese día había ido a visitar la tumba de mi padre, cuya ausencia se había prolongado ya por más de dos años debido a un trágico accidente.

—¿En qué piensas, hermosa?— La voz de Neitan me arrancó de mis pensamientos.

—Oh... Nada, Neitan. Solo recordaba el día que te vi en el cementerio.

—No pienses en eso, Mi Luna. Solo disfruta de la vista que nos regala este lugar— Le miré y sus ojos, libres de lentes de contacto, brillaban con una belleza inusitada.

—¿Luna? ¿Por qué me llamas así, Neitan?— La curiosidad me consumía.

—Porque tus ojos y tu cabello juegan con la luz de la luna de una manera espectacular.

Miramos juntos la luna, sumidos en un silencio cómplice y reconfortante. Nunca imaginé que lo que comenzó siendo extraño se transformaría en algo tan agradable.

—Neitan, ¿por qué me trajiste aquí?

—Porque prometí traer a alguien especial, y esa eres tú, Ali. Por eso estamos aquí.

Observé a Neitan, quien seguía hipnotizado por la luna. Debo admitir que esta versión de él me atraía aún más.

—¿Se lo prometiste a Lina?—pregunté. Nuestros ojos se encontraron y él asintió, acercándose lentamente. No supe reaccionar hasta que sus manos enmarcaron mi rostro, y el contacto visual se mantuvo, intenso y revelador.

Sus ojos, su cabello, su rostro, sus labios... todo en él, bajo la luz de la luna, era perfecto. No entendía cómo no me había dado cuenta antes.

Se inclinó hacia mi oído y susurró: —Siempre serás Mi Luna. Eres la luz en mi oscuridad, y aunque te resistas, eres mía y siempre lo serás. Te reclamaré todas las veces que haga falta, donde sea necesario, porque juntos somos perfectos.

Se alejó, dejándome inmóvil, con un torbellino de emociones en mi interior.

Maldición, si antes pensaba que Neitan era un idiota, ahora era un idiota irresistible y encantador.

«Lo negaste tantas veces y ahora lo confirmas», se burló mi subconsciente.

—Cállate—murmuré para mí, sabiendo que jamás lo admitiría en voz alta.

—Vamos, Ali, debemos irnos. Violet acaba de llamarme con una dirección—dijo Neitan, sacándome de mis pensamientos.

—Malisa, ¿qué sucede?—pregunté al teléfono.

—Hola, Ali. Necesito verte. Te envié la dirección.

—Entendido, Mali. Voy para allá—le informé a Neitan, pidiéndole ayuda para bajar del lugar.

—Neitan, Mali quiere verme y me envió una ubicación. ¿Podrías llevarme antes de encontrarte con Violet?

—Por supuesto, Mi Luna. Dame la dirección—respondió, tomando mi teléfono con una expresión confusa. Luego sacó el suyo.

—Parece que vamos al mismo lugar, hermosa—dijo con una sonrisa, devolviéndome el celular.

Y así, con un suspiro y una mirada que decía más que mil palabras, nos dirigimos hacia el destino que nos esperaba.

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Un extra aquí✨
Disfrútenlo ✨❤️

Besos ✨❤️

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