CAP 23

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DÍA DE CAZA


Después de tomar el desayuno, Sunghye y Dahyun ase encontraban caminando por el pasillo cuando una doncella se acercó a ellas.

—Saludos, Reina Sunghye. Saludos, Reina Dahyun—Dijo, y se inclinó respetuosamente—Hay una dama esperando para verla. Dijo que su nombre es Hana—Informó la chica.

Al instante, los ojos de Sunghye se abrieron de par en par, en completo estado de shock. ¿Qué? ¿Hana? ¿Estaba en el palacio? ¿Qué podría querer ella?

Entonces, la joven tragó saliva pesadamente.

—¿Quién es esa?—Preguntó Dahyun, notando lo incómoda que se había puesto la otra.

—Ella es mi... mi hermana—Respondió Sunghye, haciendo que la otra mujer intrigara aún más.

¿Por qué estaría tan nerviosa simplemente por la visita de su hermana?

—Muy bien, entonces, deberías ir a verla—Sugirió Dahyun, a lo que la joven asintió de inmediato y siguió a la criada.

En ese momento, Hana estaba de pie bajo una sombra, mirando a su alrededor y admirando la belleza del palacio. Le había costado bastante entrar allí, ya que tuvo que convencer a los guardias de que era la hermana de Sunghye, pero aun así no le creyeron. Y, para evitar errores, tuvieron que enviar a uno de los guardias para que la acompañara se asegurara de que realmente estuviera allí para ver a la Reina, la nueva esposa del Rey.

Mientras que ella esperaba bajo la sombra con el guardia gruñón vigilándola, siguió mirando a su alrededor y preguntándose por qué la otra chica estaba tardando tanto en llegar. ¿Acaso no había recibido el mensaje de la criada o algo por el estilo?

Pensando en eso, ella resopló, y justo en ese momento, vio a Sunghye desde la distancia.

¡Al fin!

Luego, por un segundo, la miró de manera penetrante. Sunghye se veía mucho más hermosa: vestía un gran vestido real, tenía el cabello bien peinado y su rostro parecía como si hubiera estado teniendo una buen comida durante los últimos días. Buff.

Los ojos de ambas se encontraron mientras la chica se acercaba.

—Hola, Sunghye—Saludó Hana al estar frente a ella, con una sonrisa sarcástica—Cuánto tiempo sin verte. Ni siquiera te molestaste en comprobar cómo estábamos—Agregó la visitante.

La joven la escuchó perfectamente, pero no quería discutir.

—Buenos días, Hana—La saludó respetuosamente, en lugar de actuar de otra manera.

Al escucharlas, el guardia y la criada se retiraron, queriendo darles algo de privacidad.

—Sí, buenos días. Parece que lo estás pasando muy bien en este lugar. Ni siquiera puedo creer que ahora seas una Reina. No obstante, de cualquier manera, todavía no es una Reina verdadera—Mencionó la recién llegada.

—¿Qué estás haciendo aquí?—Preguntó Sunghye, sin querer mirarla a la cara.

—Bueno... Necesito tu ayuda—Declaró la chica, suspirando y sonando más tranquila—Sabes que tú eres mi hermana, ¿verdad? Y ahora que te convertiste en "Reina", necesito tu ayuda—Agregó ella.

Al escuchar estas palabras, Sunghye quedó muy confundida y sintió curiosidad. ¿Qué ayuda podría querer de parte de ella?

—¿Qué necesitas?—Preguntó, con el ceño fruncido, mientras la miraba fijamente.

En ese instante, Hana dejó escapar un profundo suspiro y miró a su alrededor. Tras ello, se acercó a la otra.

—Tiene que ver con la Reina Hyesun—Comenzó a explicar—Recuerda aquel día cuando estábamos en el mercado, ella me abofeteó. Y ahora, quiero venganza; al menos, quiero que la hagas pagar un poco por lo que me hizo—Finalizó ella.

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