Grey-eyed Queen [Dominick Parker]

Cap 41

—Te ves preciosa—murmura Parker cuando salgo de la habitación y sonrío.

El vestido negro de seda se ciñe a mi cintura y abraza mis curvas como si lo hubieran hecho para mí. Tiene una caída suave desde las caderas y tirantes caídos que dejan al descubierto mi pecho para llamar la atención justo al collar de diamantes que cuelga de mi cuello.

Lo repaso de pies a cabeza. Lleva un traje negro Versace con una camisa también negra. «Se ve sexy, eso sin duda»

—Y tú te ves muy bien—sonrío, acercándome y dejando un beso en su boca mientras un taconeo se escucha tras nosotros.

—¿Nos vamos?—pregunta Rachel llegando a nuestro lado.

Trae un vestido azul que resalta el color de sus ojos junto a un collar de oro blanco, con un zafiro colgando en forma de corazón y una M en el medio.

—Lindo collar—comento, conociendo ese estilo que marca territorio y ella sonríe

—Me lo dio tu hermano—confirma y asiento. «Por supuesto que lo hizo»

Tomo la mano de Parker cuando me la ofrece y los tres caminamos a las camionetas que nos llevan a la pista, donde el enorme jet de la familia luce en todo su esplendor con Alex y Gauna esperándonos frente a él.

—Que mujeres tan hermosas hay en la familia—halaga Alex y Rachel ríe.

—Usted no se queda muy atrás, Ministro—le dice ella y repaso a Alex

Lleva una camisa blanca, pantalones y zapatos negros con un reloj de oro en la mano. Él típico estilo elegante y poco llamativo de los Morgan.

—Pareces un sugar—bufo, pasando por su lado por su lado para subir al jet con Parker detrás de mi.

«No dije nada que fuera mentira, aunque Alex no necesita ponerse un traje para parecer un Sugar».

—¿No estás siendo muy dura con él?—me pregunta suavemente y suspiro, tomando asiento con él a mi lado.

Le conté mi historia, lo que hizo y no hizo Alex y las razones por las que no me llevo tan bien con él y Sara.

—No lo sé, Dominick—me encojo de hombros, jugando con mi collar—. Tal vez si, pero no me disculparé

—Yo pienso que deberías perdonarlo, pero es tu decisión, es tu padre al fin y al cabo—se inclina a besar mi sien—. También entendería si no lo haces, no te juzgo, preciosa.

Le ofrezco una pequeña sonrisa.

—Tal vez deba, pero no puedo hacerlo mientras aún tengo rabia por todo lo que Christopher y yo pasamos—murmuro con voz débil—. Aunque fue él quien vivió lo peor.

Toma mi mano entrelazando nuestros dedos y lleva nuestras manos unidas a su boca dejando un beso en el dorso de la mía.

—Esta bien, no debes sentirte obligada a perdonarlo —murmura y asiento.

Alex, Rachel y Gauna entran al jet y Rachel pone su mano en la espalda de Alex cuando lo ignoro, como en un intento de consolarlo.

Ruedo los ojos.

***

—Feliz cumpleaños—abrazo a Chris y el voltea los ojos pero me devuelve el abrazo de mala gana.

Acabamos de llegar a la mansión Morgan, y me sorprende un poco que Christopher ya esté aquí debido a su poco gusto con la puntualidad.

Dejo un beso en su mejilla y lo limpio un poco con el dedo quitando el labial que dejé en su piel antes de apartarme para que el resto lo salude.