Grey-eyed Queen [Dominick Parker]

Cap 11

—Buenos días —dice Alex, sorprendido cuando entra al comedor y me encuentra sentada a la mesa desayunando

—Buenos días —responde Reece, mirándome con severidad

Lo ignoro, comiendo mi cereal.

—Demian, apresúrate que tenemos que ir a la central—me levanto de la mesa—, te espero en el auto.

Salgo de la casa y saco el celular del bolsillo marcando a quién me va a ayudar a darle una lección a Liz y Gema.

Le hago una seña a Tyler para que se retire.

—¿Bene?—contestan y respiro profundo antes de hablar

"¿Bueno?"

—Ali—Saludo

—¿Sig.ra?—pregunta confundido

"¿señora?"

—Si sono io

"Si, soy yo"

—Signora, Philippe ci ha proibito di parlarle—me dice y río

"Señora, Philippe nos prohibió hablar con usted"

—L'ho immaginato, il bambino di vetro nella stalla di Antoni —bufo—. Come se avessi quello che serve per essere il leader

"Lo imaginé, el niño de cristal en el puesto de Antoni. Cómo si tuviera lo necesario para ser el líder"

—È ciò che è rimasto dopo che suo fratello ha catturato il leader

"Es lo que queda después de que su hermano atrapara al líder"

—Ali, ti sto chiamando per chiederti un favore.

"Ali, te llamo para pedirte un favor"

—Dimmi—responde de inmediato

"Dígame"

—Non qui, dobbiamo incontrarci. ¿Puoi viaggiare a Londra?—pregunto y lo piensa

"Por aquí no, tenemos que vernos. ¿Puedes viajar a Londres?"

—Sì—responde luego de un rato— Sarò lì tra poche ore

"Si, en unas horas estoy allá"

—Ottimo, ci vediamo—le digo, y cuelgo al ver a Demian abrir la puerta del auto

"Bien, nos vemos"

—¿Con quién hablabas?—pregunta, cerrando la puerta

—Nadie importante—respondo arrancando el auto y saliendo de la mansión

—¿Qué haremos con respecto a Philippe?—pregunta y niego

—Aun no lo sé, esperemos a ver que se me ocurre.

—¿Y con Ilenko?

—Matarlo.

—¿Vas a matar al BOSS de la bratva?—pregunta dudando y asiento

Por supuesto que lo haré. Mataré a cada miembro de esa jodida pirámide hasta que no quede amenaza alguna.

—Si, pero tenemos que planear bien eso

—Mack—me llama

—¿Mhm?

—¿Estás bien?—pregunta y frunzo el ceño—. Digo, por lo de anoche y eso.

—Si, lo estoy—respondo sin quitar la mirada del camino —. Es lo usual, solo quería que dejara de hacerse el buen padre

—Yo creo que lo intenta—me dice y río