Beginning or end?

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—¿Está dormido?—le pregunto a Parker cuando entra a la habitación y asiente.

—Profundamente—ríe, cerrando con seguro la puerta antes de acercarse a mi.

Suspiro, dejando que sus brazos me rodeen y me atraiga a su pecho, acariciando mi espalda mientras sus labios besan mi frente, mi mejilla, mi mandíbula y mis labios.

Mi corazón se acelera con cada roce, haciéndome sentir en las nubes.

»Me preocupa saber que estarás en un lugar donde cualquier cosa podría matarte—se sincera y respiro profundo—. Me mata saber que voy a dejarte ir allá sola.

—Puedo protegerme.

—Sé que si, y confío en tus capacidades—toma mi rostro entre sus manos y me besa los labios un par de veces—. Pero la preocupación, la imagen de cualquier escenario malo... me carcome.

—A mi también—confieso mientras acaricia mi mejilla y respiro profundo cuando sus ojos conectan con los míos—. Sé que esto es un gran riesgo, pero no estoy pensando en morir—meto mis manos bajo su camisa de vestir, sintiendo sus músculos bajo mis dedos—. Te juro, Parker, que saldré victoriosa de esto. Y no rompo juramentos.

Roza nuestros labios antes de cargarme, haciéndome jadear cuando de inmediato me reclama en un beso. Esta vez es profundo, pasional y... lento. Ambos nos tomamos nuestro tiempo.

Me deja sobre la cama y tomo una respiración profunda cuando deja mis labios, dejando un camino de besos por mi cuello que me hacen arquearme contra él mientras mi cuerpo exige más.

Sus manos toman los tirantes de mi vestido y los desliza por mis hombros, la tela rueda como si nada por mi cuerpo a medida que Parker va dejando al descubierto mis pechos, mi abdomen, mi vientre y mis piernas.

Se deshace de mis bragas e inhalo profundamente cuando besa mi vientre, subiendo por mi abdomen, el valle entre mis pechos, cuello y mis labios.

Mis manos de inmediato van a su pecho, desabrochando botón por botón mientras él me consume, acariciando nuestras lenguas con lentitud pero un deseo y anhelo que me eriza la piel y me aumenta la libido.

Harta de esperar, tiro de la camisa y él sonríe contra mis labios.

—Tan impaciente—se aparta para quitársela y me deleito con su cuerpo, viéndolo quitarse el cinturón que deja a un lado antes de quitarse los pantalones y bóxers quedando completamente desnudo.

Es jodidamente glorioso.

Sube a la cama de nuevo y abro mis piernas para él, dejando que nuestros labios se unan nuevamente mientras él acaricia mis pliegues con su punta, causándome unos deliciosos escalofríos que me arrancan gimoteos.

»Cuando estés allá, quiero que me recuerdes a mi y solo a mi—no es una petición, es una orden—. ¿Lo harás?

Asiento y gimo cuando se desliza dentro de mi, llenándome con su enorme longitud que toca cada punto delicioso dentro de mi que me hace estremecer por el placer que causa.

—Lo haré—gimo—. Tómame—rodeo su cuello con mis brazos—. Soy tuya, Parker.

—Buena chica—me premia con una embestida profunda que me hace gemir—. Eso es, preciosa, mira como tu cuerpo responde a mi—comienza a dar embestidas lentas pero duras que vuelven el placer eterno, tortuoso y delicioso de una manera que me hace jadear y gemir.

Mi cuerpo responde a él como si fuera su dueño. Me estremezco con corrientes de placer que me recorren de pies a cabeza mientras Parker embiste tomándose su tiempo, haciendo esto un momento especial para ambos.

Sé que es a lo que no está acostumbrado, pero la forma en la que sus ojos destellan mientras me folla, mirando cada reacción de mi cuerpo como si fuera maravillosa me hace darme cuenta que, sin importar lo que pase allá, nada ni nadie me hará sentir como él.

Ni Antoni, ni nadie. Es Parker a quien mi cabeza, corazón y cuerpo quieren.

—¿Me esperarás?—jadeo cuando se inclina, tomando uno de mis pezones en su boca para morderlo, haciéndome estremecer.

—Todo lo que sea necesario, preciosa—besa el valle de mis pechos sin apartar sus ojos de mi mientras su polla me hace temblar de placer—. Eres tú y solo tú.

Pongo mis manos en su pecho y nos doy la vuelta, haciéndolo jadear sorprendido cuando comienzo a montarlo.

Sus ojos recorren mi cuerpo, viéndome como si fuera una maldita diosa.

Me muevo arriba y abajo mientras muevo mis caderas en círculos, sintiéndolo tensarse debajo de mi mientras sus manos se sujetan a mi cintura con fuerza.

—Mierda—sisea cuando contraigo mis paredes a su alrededor—. Te ves como una diosa, cariño—me ayuda a moverme, haciéndome gemir cuando aumenta la velocidad—. Te ves gloriosa.

Sus manos abandonan mi cintura para tomar mis pechos entre sus manos, haciéndome gimotear cuando comienza a magrearlas con fuerza, tirando y retorciendo mis pezones de tal forma que hace que el placer se me acumule cada vez más en el vientre.

Parker se sienta y gimo de forma ruidosa cuando toma mis manos y las lleva a mi espalda, sujetándome ahí mientras se empuja hacia arriba encontrándose con mis movimientos.

El placer es inmenso, mi cuerpo está tenso y exige una pronta liberación. Parker gruñe y besa mi cuello mientras me sujeta con fuerza.

—Serás una buena chica, ¿verdad?—su mano libre rodea mi cuello y me arqueo cuando su polla roza mi punto G.

—Oh... dios—jadeo por aire cuando él cambia el ángulo, teniendo que sostenerme mientras él me folla con fuerza, sin piedad ni delicadeza, llenando mi cuerpo de placer y algunas chispas de dolor que solo me hacen gemir más fuerte—. Si. S-seré una buena chica.

Besa mis labios, aumentando la velocidad de sus embestidas y la fuerza. Me hace gemir desesperada cuando el orgasmo se encuentra ahí, sin poder desencadenarse porque mi cuerpo solo responde ante él como si fuera su maldito dueño.

—Córrete para mi, preciosa—muerde mi labio inferior y lágrimas se me escapan cuando mi orgasmo se desencadena, tan fuerte que no sale ni un solo sonido de mi boca.

La visión se me nubla, Parker sigue embistiendo entre gruñidos y gemidos que me erizan la piel mientras él alarga el placer.

Me suelta, llevando mis brazos a su cuello para que me sujete mientras me mueve a su antojo, haciéndome sollozar y gimotear por el inmenso placer que se vuelve insoportable.

—No puedo—mi voz es un hilo mientras escondo mi cabeza en su cuello.

Él acaricia mi cabello y besa mi hombro sin dejar de moverse y juro que voy a desmayarme en cualquier jodido momento.

—Si puedes—gruñe—. Sé una buena chica, córrete para mi de nuevo, preciosa.

Grito. Esta vez jodidamente grito tanto que es vergonzoso. Mi orgasmo me arrastra con tanta fuerza que el aire comienza a faltarme entre sollozos, quejidos y gemidos.

Parker se empuja dentro de mi con fuerza, derramándose con un gemido gutural que me eriza la piel.

Me aferro a él con fuerza, sintiendo que mi cuerpo de verdad ya no puede soportar más.

»Buena chica, cariño—Parker besa mi mejilla y yo suspiro ante la forma en que el gesto me reconforta—. Vamos a limpiarte.

—No—niego—. Te quiero dentro de mi.

Él respira profundo, apartándose para verme a los ojos y le toma un par de segundos asentir para luego dejar un casto beso en mis labios.

—Te amo—murmura, y parpadeo cuando los ojos me comienzan a arder—. Te esperaré todo lo necesario, Mackenzie. Pero vuelve a mi.

—Volveré a ti—le aseguro—. Te amo.

Me deja sobre las almohadas, metiéndose junto a mi bajo ellas antes de atraerme a su pecho, sujetándome mientras la sensación de que algo peligroso y profundo flota en el aire.

Se siente como si ambos estuviéramos viendo esto como una última noche juntos. Se siente como... el inicio del caos.

Grey-eyed Queen [Dominick Parker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora