Grey-eyed Queen [Dominick Parker]

Cap 58

—Buenos días mi amor—saludo entrando al comedor

Antoni enarca una ceja y Gema frunce el ceño al notar mi ánimo.

Desde que me contaron de su embarazo, no he desayunado en el comedor a excepción de cuando están los niños, y hoy ese no es el caso, Damon está en clases privadas y Lucian está en la central.

—Buenos días, Mi Reina—sonríe cuando dejo un beso en su mejilla—¿Por qué tan feliz?

Me siento a su lado y las chicas del servicio sirven mi desayuno, mi estómago suena haciendo reír a Antoni.

—Decidí que no me voy a estresar por nada a partir de hoy—me encojo de hombros con una

sonrisa —hoy todas mis preocupaciones se acaban y estaré tranquila

Asiente.

—Me parece bien—toma mi mano apretandola—que quieras pasar la vida tranquila, junto a mí

Ajá.

Asiento con una pequeña sonrisa.

—Gracias, mi amor—el hambre me ataca—mejor comamos, tengo hambre

Asiente y sigue comiendo mientras yo empiezo a comer, gimiendo cuando muerdo el tocino.

—Está muy bueno—me encojo de hombros bajo la mirada extrañada de Antoni

—¿Y ese milagro que bajaste a desayunar?—pregunta Gema con una ceja enarcada

—Ya lo dije—me encojo de hombros—no me estresaré por nada, estaré tranquila junto al hombre que amo

Noto por el rabillo del ojo que Antoni sonríe.

Me volteo hacia él tomando su mano.

—Mi amor, quiero visitar al hombre —pido—¿puedo ir más tarde?

—Yo no puedo acompañarte más tarde mi reina—me mira con pesar y hago un puchero—pero—enarca una ceja—podría darte el pase a las puertas para que puedas pasar tú sin problemas

Asiento

—Es que de verdad quiero ver cómo va el progreso de él —comento— me preocupa que no pueda recuperarse

Antoni bufa.

—Ya está casi recuperado—me informa con una pequeña sonrisa—muy pronto estará libre de

drogas en su cuerpo

Le sonrío

—Muchas gracias, amor, lo aprecio.

Él me guiña un ojo antes de seguir comiendo.

Devoro mi desayuno con ansias y subo a ducharme para ir al laboratorio.

Antoni entra al vestidor cuando me estoy vistiendo y posa sus manos en mi cintura, sacándome una risilla falsa.

—Hace mucho que no hacemos el amor—murmura y asiento

—Esta noche—le prometo

Me doy la vuelta y dejo un beso en su mejilla.

—Necesito hablar algo contigo y Ali—miro el reloj en mi muñeca—y me voy en unos minutos, ¿Podemos hablar rápidamente antes de irme?—pregunto y asiente

—Por supuesto mi bella reina de ojos grises—murmura—¿Puedo saber de qué quieres hablar?

Asiento

—Tengo una buena idea para que los socios dejen de intentar matarse—comento y levanta las cejas—pero eso tengo que decírselos a ambos porque tengo que irme rápido