𝙏𝙝𝙚 𝘿𝙞𝙨𝙡𝙤𝙮𝙖𝙡𝙩𝙮 𖥉 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘼𝙧𝙘𝙩𝙪𝙧𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠

𝑿𝑽

Las vacaciones finalmente habían llegado y contrario a lo que creyó por los testimonios no solo de Narcissa, Severus y Albus si no de todos aquellos que conocían a Draco Malfoy; el día que le pidió a Cissy que lo presentara en Grimmauld Place no vio a un joven temeroso y quisquilloso si no a un chico con determinación, miedo, si, pero la decisión y valor en su mirada había sido lo suficientemente sorprendente para él.

El primer día se dio cuenta de que Cissy le dijo algo a Draco que al él no y aunque esto le causaba curiosidad y confirmaba sus sospechas no pregunto nada al respecto, la condición física del rubio era terrible pero como punto a su favor era bastante bueno en los hechizos y aprendía bastante rápido, era como un diamante en bruto que solo necesitaba pulirse rigurosamente y con esmero para logar sacar lo mejor de lo mejor.

Vió en Draco un reto pero más que eso era una esperanza aunque eso estuviera mal.

Por ese primer día supo que no seria necesaria su varita, ni la magia en general así que únicamente se dedico a evaluar la forma de atacar, defenderse y de analizar al oponente que tenía el rubio así confirmo que en efecto en DCAO no les enseñaban nada útil; era parte fundamental de un entrenamiento el conocer aquellas fortalezas y debilidades de tu oponente o de tu alumno así sabrías cuales potenciar y que cosas trabajar, no lo haría invencible pero reduciría sus debilidades al mínimo para darle mayor ventaja y así pudiera lograr con éxito lo que deseara.

Se pregunto también si debía darle entrenamiento en la oclumancia pero descarto la idea al ver que si bien Draco no podía levantar murallas mentales organizaba todos sus recuerdos de tal manera que era casi imposible encontrar algo, eso era maravilloso; si Narcissa supiera que estaba subestimando a su propio hijo.

Pero a su vez se dio cuenta de que, si le daba a Draco un entrenamiento similar al suyo fácilmente el muchacho podría convertirse en 02; hasta ahora ningún otro mortífago había pasado el entrenamiento de Bellatrix y Voldemort, todos terminaban muertos o completamente locos así que por ahora era el único número, pero al ver como tras un par de intentos el muchacho fue capaz de lanzar hechizos mas y mas rápido quedo sorprendido, incluso a él eso le costo mucho mas tiempo.

Veía en los ojos grises verdosos de Draco tanta determinación y rabia así como temor y una inmensa desesperación que lo dejaban realmente interesado en los motivos que tenia para no solo aceptar que hace unos días había tomado la marca tenebrosa si no que estaba bastante consciente de su misión y de las cosas que debería hacer mas adelante.

Eso era de admirar, el miedo en lugar de consumir por completo a Malfoy lo estaba impulsando a tocar y sobrepasar sus límites.

Creyó que después de recibir su marca Draco se echaría hacia atrás pero se sorprendió al verlo regresar incluso mas decidido que antes; otra vez pensó que si Voldemort se daba cuenta de las habilidades del muchacho no dudaría en convertirlo en un número y por ello le había explicado hasta el cansancio a Draco que si bien su entrenamiento seria mejor que el de otros mortífagos, debería mantenerse con una vista baja para no llamar la atención, mientras mas desapercibido pasara seria mejor para él; no lo considerarían para misiones y eventualmente seria un peón irrelevante que no usarían si no fuera necesario pues no valdría la pena molestarse en mirarlo al menos.

Como si fuera el inútil que todos pensaban, eso le daría ventaja.

Su entrenamiento se baso esos días en primeramente hacerlo resistente físicamente así que lo sometió a varias horas de ejercicio muggle pues muy a su pesar era mas efectivo, hizo que el muchacho hiciera ejercicio hasta lograr el fallo y cuando sintió que tenia la resistencia necesaria comenzó con los hechizos, todos aquellos que conocía se los enseño y no tanto por el hecho de en verdad querer convertirlo en un número si no que todo lo que el sabia le había salvado la vida más de una vez; se alegro de ver que la menos el rubio no solo lanzaba expeliarmus y de que este si sabia sostener bien su varita.