𝙏𝙝𝙚 𝘿𝙞𝙨𝙡𝙤𝙮𝙖𝙡𝙩𝙮 𖥉 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘼𝙧𝙘𝙩𝙪𝙧𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠

𝑰𝑽

Para esa misma noche Hermione ya tenia todo lo necesario, había visto que la luz que rodeaba a Regulus se debilitaba cada vez mas así que no podía esperar mas tiempo o iba a terminar muriendo antes de que pudiera hacer algo, claro que podía alimentar el hechizo pero este aparentemente la repelía al igual que a Kreacher; esa noche le encomendó al elfo aguardar la entrada de su habitación mientras ella realizaba su trabajo, acomodo las velas alrededor de su cama y utilizo la misma como la representación de un altar donde estaba el menor de los Black con una de sus manos colgando hasta estar sobre un cuenco de cobre, coloco cada runa con cuidado alrededor como si de un holocausto se tratara y dibujo varias líneas que harían la función de unir cada vela con el cuerpo de Regulus y con un segundo cuenco de cobre, encendió cada vela con un movimiento de su varita y en cada mitad de las conexiones coloco varios presentes como pan de centeno, perfumes, frutos frescos e incluso hierbas aromáticas entre algunas joyas, realmente no sabia si esto le bastaría al dios.

Mientras abría su muñeca y dejaba caer su sangre en el pequeño cuenco de cobre la joven bruja comenzó a orar en voz baja, todas las líneas se iluminaron de color naranja y las llamas de las velas de igual modo, con un movimiento de su varita logro hacer un pequeño corte en la muñeca del pelinegro provocando que la sangre del muchacho cayera también en su cuenco ahora tiñendo las líneas con un color verde esmeralda que primero adquirió un tono marrón sin que la joven bruja dejara su oración y pronto la llama y líneas cambiaron a un color blanco puro que indicaba que había funcionado.

－Kaíros a ti acudo y ofrezco los mejores presentes para pedir de tu divina misericordia y favor que ayudes a esta joven bruja a liberar de un hechizo a el mago conocido como Regulus Arcturus Black.- murmuro entre ligeros y suaves cantos intercalados con sus oraciones.

De pronto las llamas blancas crecieron lo suficiente como para unirse entre si y casi creyó que iba a quemar el techo cunado las llamas en conjunto hicieron una representación corpórea del dios quien era un joven apuesto con rulos, irónico, el dios miro a Hermione por unos segundos y después prosiguió a pasearse por la habitación examinando los presentes haciendo de vez en vez muecas; era inquietante como justo ahora tenia a un dios frente a ella y que este mismo no se viera precisamente como algo tenebroso como había imaginado. Kaíros finalmente regreso frente a Hermione con una expresión aburrida que la hizo dudar por un momento sin embargo no abandono los cánticos bajos.

－Hermione Granger, una bruja sangre sucia pidiendo ayuda por un sangre pura que a penas y conoce, realmente nunca creí que Regulus Arcturus Black fuera a salir del transe en el que su desesperación lo atrapo.－Su comisura se crispo －Los presentes no serán suficientes considerando que los años acumulados para el son demasiados pero tal vez podamos negociar...

－Lo que su excelencia considere idóneo.

－Soy el dios del momento oportuno y digamos que es el indicado para ustedes, quiero a cambio del favor poder poseer tu alma, Hermione.
El rostro de la joven bruja se puso blanco y en ese momento sus cánticos bajos pararon haciendo vacilar un poco las llamas blancas; estaba literalmente vendiendo su alma a un antiguo dios solo por mantener vivo a un tipo que no conocía pero de estar en lo correcto esto salvaría no solo al mundo mágico si no también a su familia muggle y millones mas. Alguna vez escucho decir que vender tu alma era igual de horrible que matar, te quedabas sin alma y la maldad dominaba tu ser y ella siempre había repudiado aquellas cosas pero ¿tenia opción?

－Acepto. － cedió con voz temblorosa.

El dios pareció satisfecho con la respuesta ya que al escucharla aquellas llamas que formaban sus ojos brillaron intensamente, como si en verdad estuviera esperando que ella se negara pero estaba casi segura de que el sabia que no tenia opción, fue entonces que el caprichoso dios acerco su mano a la mejilla de la chica y miro directamente sus ojos chocolate provocándole un jadeo ya que seguía estando hecho de llamas y esto quemaba; para cuando la soltó se echo a reír haciendo que la habitación temblara y que Hermione tuviera ganas de golpearlo.