- Le temes a los truenos.- afirmó el pelinegro incrédulo.
- Acabo de asustarme como cualquier ser humano normal.- dije mirándolo ofendida.
Era sábado, fin de semana, sin tareas, proyectos ni nada de esas cosas estresantes. Soobin y yo nos habíamos reunido para pasar el día juntos en mi casa, afuera llovía a cántaros y tronaba fuertemente por lo que era el día perfecto para flojear a gusto.
- ¿ Quieres ver un drama?- pregunté levantándome del sofá en busca del control.
- Si no vemos Love Alarm no quiero nada.- chilló haciéndome pegar un respingo por la sorpresa.
Río fuertemente por mi reacción que al parecer le pareció muy chistosa.
- Ese drama está hecho para sufrir, tienes gustos raros querido novio mío.- hablé en un tono sarcástico.
- Me gustaste tú, sólo que no eres rara, eres exótica.- bromeó para luego quejarse cuando le lanzé un cojín.
Entre más avanzaba la serie más se incrementaba el silencio para nada incómodo que dejaba vía libre al sonido de la lluvia golpeando fuertemente las asfaltadas calles.
« Esto es aburrido»
« Tengo hambre»
- Cariño ¿ cocinamos algo?.- le pedí a él, que seguía sumido en la serie que se reproducía en la televisión.
- ¿ Estás segura? Es mejor ordenar algo.- protestó poniendo pausa a la TV.
« Está tonto o qué»
« Tengo hambre Soobin, quiero que me cocines idiota»
Pareció leer mis pensamientos o tal vez mi rostro excesivamente expresivo hizo todo el trabajo. Sólo sé que se levantó del sofá y salió disparado hacia la cocina e hizo ademán de que lo siguiera.
Se preguntarán, cómo tiene la confianza de andar deliberadamente por toda la casa, pues llevamos dos meses siendo novios, bueno, los cumplimos en unos días, técnicamente vivimos en la casa del otro.
- En una semana es nuestro aniversario.- dije captando su atención casi al instante.
- Es el mismo día que nos graduamos los de último año.- habló el pelinegro sacando los ingredientes de la nevera.
- Eres mayor de edad y yo soy menor, es un delito, podrían encarcelarte por eso.- bromeé subiéndome en la encimera .
- Es rojo.- murmuró él a lo que yo no entendí.
¿ Acaso se refería a...?
- Qué haces mirando ahí Choi SooBin.- gruñí enojada.
- Tal vez si cierras las piernas logre concentrarme en la cocina.- dijo buscando algo en la alacena.
Es que por qué razón debería usar tanta ropa, en esta casa no hay hombres, Jungkook se ha mudado con Tae y su hermana YuNa, y YoonGi sólo se aparece por aquí un día que otro cuando no está ocupado.
Yu- Ri y la tía BoRa habían ido a casa de la señora YoonJi, seguro estarían echando chisme hasta tarde.
En menos de lo que canta un gallo tuve al pelinegro frente a mí, o mejor dicho entre mis piernas, posó sus manos a ambos lados de mis muslos y se dedicó a escudriñar mis ojos con los suyos, fijándolos de forma casi inmóvil en mis pupilas, las suyas estaban dilatadas, una clara señal de excitación. El creciente bulto en su pantalón de chándal que rozaba contra la fina tela de mi ropa interior confirmaba mis sospechas.
« Debí cerrar las piernas, y ahora no me encontraría a punto de hacer una locura»
- Te pedí que cerraras las piernas, porque eso me provoca.- susurró muy cerca de mi oído.
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Venom Lips || The Beggining 《 JHS- TERMINADA》
FanfictionNo necesitaba a nadie, para nada, sólo me dedicaba a existir, acaso él no se daba cuenta? acaso no percibía el vuelco que dió a mi mundo con sólo sonreír?... Cómo lo hizo? cómo se adentró en mis débiles y pobres pensamiento...no tenía respuestas...