• 16 •

5 2 2
                                    

Todo estaba yendo demasiado bien, era incluso hasta sospechoso......era la calma antes del tsunami.... tenía ese mal presentimiento de que algo sucedería, intenté ignorarlo pero era imposible.

Yo opté por sólo subir y agradecer a mis profesores, no hablé mucho, me da pánico y la toga me causaba un calor insoportable.

Me sentía muy conmovida mientras veía cómo otros de mis compañeros subían a recoger su diploma.... quizás sería la última vez que vería a muchos y a otros tal vez ni los recordaría.

Intenté ignorar aquel sentimiento abrumador, ese que me hacía sentir observada, ese presentimiento de sentirme perseguida.

Sólo me dispuse a escuchar los trillados discursos de los chicos que pasaban a hablar sobre sus experiencias en esta escuela y en cómo se sentía abandonarla. Eran los típicos discursos de las series juveniles americanas, aburridos.

Esperé con ansias el discurso del chico con el que hoy cumplía dos meses de  la relación más duradera que había mantenido con alguien cercano.

Sabía que sería sincero, siempre lo es.

– Si esperaban que les diera un concepto motivacional de los estudios se equivocaron, eso no existe.– dijo el pelinegro parado en el púlpito. – Morí cada noche que no entendía álgebra , nunca he sido inteligente, ni siquiera sé cómo llegué hasta aquí sin saberme las tablas de multiplicación.– afirmó a lo que todos rieron.

En un océano de vítores y risas por las ocurrencias de SooBin hundí mis malos pensamientos, esa aura oscura que me rodeaba dejó de ser un problema, y no, no era por el chico al que le debía mi estabilidad emocional sino al causante de tanta confusión en mi corazón, aquel que tenía el poder de manejarme cual marioneta y aún así no dejaría de quererle...por mucho que lo negase e intentase ignorarlo no podía.

– Hola.– murmuró sentándose a mi lado.

– Imagino que Yu-Ri te invitó.– afirmé endureciendo mi expresión, en un intento de parecer hostil.

– Imaginas bien.– confirmó con su ronca voz.

Con el rabillo del ojo capté su aspecto despreocupado pero extravagante... parecía un estudiante universitario hippie, reí por mis ocurrencias, algo que al parecer el captó.

– Tengo un payaso pintado en la cara o qué.– dijo abriendo las piernas, algo que me molestó ya que una de ellas chocaba con mía.

– A veces recuerdo cosas sobre mi vida y créeme, no te gustará saber.– hablé en un tono algo chillón.

Asintió ligeramente, a lo que yo volví a fijar mi vista al frente, ahora volviendo a escuchar más niñatos aburridos hablar sobre sus probablemente nunca cumplidos proyectos de vida.

– Estoy mejor, por si te interesa.– apostilló, a lo que por instinto dirigí mis ojos a su nuca.

No respondí pero  algo me causó curiosidad, sus ojos, ¿el golpe le había causado insomnio? Debajo de sus oscuras gafas de sol se escondían unos ojos rojizos y cansados.

– No, no lo estás.– murmuré segura de mi afirmación.

Volteó a verme algo confundido, obviamente no había entendido mi comentario.

– No estás durmiendo bien.– rebatí arrebatándole las gafas que cubrían sus apagados ojos.

– Me dejaste en claro que lo que me pase no es de tu interés.– sentenció aún sin ánimos de discusión.

– A veces mentimos para ahorrarnos emociones innecesarias.– dije mirándolo fijamente a los ojos.

Sin previo aviso se formó una sonrisa en su rostro, algo de esperanza pude notar...pero esa sonrisa no subió a sus ojos....se quedó ahí, triste y muerta.

Venom Lips || The Beggining 《 JHS- TERMINADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora