Venom Lips || The Beggining 《 JHS- TERMINADA》

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Pasé toda la vida idealizando una felicidad que no era ni de lejos lo que realmente necesitaba, no era el amor de mis padres, tampoco el aceptarme por como soy..... simplemente era él, ese hombre que desde un principio tuvo el poder sobre mi corazón, mi cuerpo y mis pensamientos......

- ¿Te sientes bien?.- indagó.- Podemos regresar si quieres.- sugirió.

- No soy de porcelana...no me voy a romper.- bufé.

- Bien Hoseok son las hormonas.- se dijo para sí mismo pero igual lo escuché.

Íbamos en camino a casa de Park, necesitaba hablar algunas cosas con mi recién descubierto hermano, cosas como confirmar si mi teoría era cierta.

Tampoco es que voy a llegar a preguntar algo estúpido como:
¿Hola hermanito, eres tú quien me persigue para acabar conmigo?

Trataría de entablar una conversación donde pudiese encontrar algún indicio que confirme mis sospechas.

- He pensado en hacerle un análisis a Sunmi, tal vez a ella también le afecta su pasado aunque fuera sólo una bebé.- enuncié.- Es una niña bastante inteligente, no creo que se niegue.- suspiré.- ¿ Me estás escuchando?.- lo interrogué.

- Sí, claro cariño.- musitó con la vista fija al frente.

- Siempre puedes arrepentirte, aunque no creo que te sirva de mucho.- susurré.

- Siempre podemos regresar y tener una....¿quinta ronda?.- soltó acompañado de su típica sonrisa de corazón que lograba engañar a cualquiera.

- ¿Es broma cierto?...eres insaciable, me replantearé esto de vivir juntos.- dije incrédula.

- Entre broma y broma la verdad se asoma, tampoco es que sea tan mala idea.- caturreó.

Reí por su comentario y procedí a sacar mi teléfono, no quería arriesgarme así que le envié un mensaje a mi mejor amiga , YuNa, para que informara a los demás de la ubicación en tiempo real de la dirección que había encontrado en la base de datos sobre el actual domicilio de Park.

En al menos media hora, nos encontrábamos frente a un lujoso chalet de colores neutros.

Hoseok se dirigió a la puerta y la golpeó repetidas veces, veces en las que nadie respondió, pero sorpresivamente se abrió sola.

Ingresamos en un espacioso recibidor donde a juzgar por lo bien organizado que se encontraba supuse que mi "hermano" era un maniático del orden.

Subí las escaleras a paso acelerado mientras que mi acompañante revisaba el primer piso.

Entré a lo que supuse era una habitación, estaba inhabitada al parecer ya que sólo había una cama y todos los demás inmuebles estaban intactos sin indicios de un uso cotidiano.

De la habitación contigua se escapaba un sonido de agua cayendo, concluí que era un baño, di tres toques en la fría puerta pero tampoco recibí respuesta alguna.

Algo en mi cabeza hizo click, tuve un mal presentimiento e irrumpí de golpe encontrándome con el intenso sonido del agua caer mientras que la bañera era cubierta por una cortina azul marino.

Cerré con fuerza los ojos para llenarme de valor y corrí la tela que obstruía mi visión, mis miedos se cumplieron y quedé sin voz.

Mis piernas comenzaron a temblar y mis manos tanteaban el inconsciente cuerpo de aquel chico rubio de pequeños ojos al que no veía hace tres años....estaba ahí, recostado a la fría pared de la espaciosa bañera, de su muñeca izquierda brotaba una considerable cantidad de sangre y sus labios aún titiritaban.