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Si hace una hora me hubiesen dicho que iba a vivir esto habría agilizado aún más el proceso.
Y es que ni siquiera estuvo planeado, sólo fue a suerte y verdad, todo estaba en sus manos, dependía de ella aceptarme o no.

– ¿No me veo desarreglada cierto?.– preguntó viéndose en el espejo del auto.

– Para lo que acaba de suceder, estás bastante arreglada.– dije poniendo un mechón de cabello detrás de su oreja.

Se bajó del auto a lo que yo la seguí.

– No digas nada sobre nosotros aún, el tema primordial a tratar son los supuestos “secretos de familia".– siseó haciendo comillas al decir lo último.

– No sabía que había un nosotros.– dije haciéndome el desentendido.

–  Si quieres que sea cosa de una vez no soy yo la indicada.– contraatacó cambiando su alegre semblante por uno totalmente serio.

– Eres la indicada para todo, eres la indicada para mí, eso es suficiente.– dije, a lo que hizo una mueca de asco.

– Si vas a estar conmigo ahórrate tus cursilerías.– se quejó mientras caminaba hasta el colorido jardín.

« Quien se rinde no se arriesga, por lo tanto, no gana»

Nunca tuvo tanto sentido mi vida, siempre estuvo ahí pero nunca fue mía, tenía miedo de hacerla pedazos como todo lo que caía en mis manos, aprendí con el tiempo que la subestimé demasiado, aún estando sola...fue ella, sin cambios, simplemente amando cada célula de su raro e inusual ser.

Sentí risas en el patio trasero por lo que deduje  que ciertas personas estarían hablando de medio vecindario....

– Vaya, hasta que se acuerdan de nosotras.– se quejó mi madre.

– Mamá he estado muy ocupado.– me excusé.– Prometo recompensártelo.– dije besando su mejilla.

– He venido por claras razones.– dijo la pelirroja sacando el informe impreso de una carpeta transparente.-– Necesito saber ciertas cosas, y tú, eres la única que puede contarme.– señaló a una de las mayores sentándose en la silla libre a mi lado.

– A qué viene esto Maia.– cuestionó su tía agitando el papel impreso en el aire.– Fue un accidente.– finalizó.

– No fue un accidente, ambas sabemos eso.– rebatió.– Si se hubiese tratado de un accidente no estarían haciendo esto conmigo.– dijo levantando su camiseta negra dejando ver la venda que cubría gran parte de su torso debido a la contusión en su costilla.

– Deberías estar en el hospital.– riñó escandalizada la mayor.– Eres una irresponsable, niña.– dijo acercándose a ella para estudiar las heridas de su rostro con detenimiento.

– No estoy del todo bien pero tampoco muerta.– dijo algo sarcástica.– Necesito saber todo, con lujo de detalles.– exigió apuntando el folleto del al menos tres hojas con su dedo índice.

Asintió y procedió a hablar de forma ininterrumpida.

– Éramos como bien sabes tres hermanos, aunque tu padre a pesar de ser producto de  una infidelidad de nuestra madre tenía síndrome de patriarca por lo que se metía en nuestras vidas y hacía lo que quería sin ser cuestionado. – espetó siendo escudriñada por los oscuros y expectantes ojos de su sobrina.– Sucedió algo en la familia nada comparable con los anteriores conflictos y eso causó la separación de los Shin.– completó.

– ¿Qué clase de problema fue ese?.– indagó sosteniendo mi mano bajo la reluciente mesa.

Mi madre comenzaba a intranquilizarse, intentaba ocultarlo como siempre hacía cuando se sentía nerviosa, pero su lenguaje corporal la delataba.

Venom Lips || The Beggining 《 JHS- TERMINADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora