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Estoy exhausta de estar encerrada, decidí no perder tiempo y comencé a hacer investigaciones sobre mi supuesto hermano, el dolor en el cuerpo aumentaba a causa de la lenta recuperación de las lesiones y a eso se le sumaba los cólicos menstruales que tenía.

Hoseok no me dejó ir a mi apartamento, me obligó a quedarme con él, odio convivir con alguien desde que vivo sola pero ni modo, o eso o espero como una tonta a que llegue alguien y me dé una ronda de golpes que en lugar del hospital me mande esta vez al cementerio.

– ¿Has encontrado algo?.– preguntó el castaño que venía de la cocina con una taza de té caliente.

– Es un tipo ejemplar al parecer.– bufé.– No tengo nada que pueda involucrarle.– dije pasando mis dos manos por mi cara, frustrada.

– Ahora que tienes los recuerdos más claros, ¿en serio no recuerdas nada que pudiera llevarte a ese tipo?.– concretó poniendo la taza sobre la mesita de noche al lado de la desordenada cama.

Llevo desde ayer explicándole que no recuerdo absolutamente nada de la golpiza que me dieron, de haber tenido algún indicio que arrojara pistas ya habría hablado, pero es que no recuerdo.

– Jung, estoy cansad...– titubeé, no logré articular alguna otra palabra pues mi mente fue invadida por un flashback.–  Tiene...espera.., sí, logré verle a ese tipo un tatuaje, era un dragón sí, eso era, bueno no sé, sólo alcancé a ver el cuello, ahí se veía la cabeza de un dragón.– musité golpeando frenéticamente mi uña en la tapa de mi portátil.

No perdí tiempo, llamé a Namjoon y le pedí que buscara en la base de datos cualquier persona que tuviera dicho tatuaje,  con antecedentes de haber pertenecido a alguna organización o algo así.

– Ah..– me quejé, los cólicos me estaban matando, el castaño me señaló la taza hirviendo que reposaba sobre la mesita.– Olvídalo, no voy a tomar eso, la manzanilla es amarga, asco.– volví a quejarme, sólo para verle rodar los ojos en señal de molestia.

– No eres una niña, deja de ser tan caprichosa.– ordenó, lo acepto su irritado tono de voz me puso más de un pelo de punta, pero me daba igual, no pensaba beber semejante invento raro de la medicina verde.

– No quiero, y no me lo voy a beber, punto final.– sentencié viendo cómo su expresión endurecía más conforme más me negaba.

Se sentó a forma de chantaje en el sofá al fondo y me escudriñó con expresión seria, producto de mis molestos cólicos e inflamación no tuve más opción que sacar un paracetamol del cajón a mi lado y beberme de un trago aquella cosa verde como él me había pedido, después de unos segundos comencé a notar una disminución en la frecuencia de los dolores, pero igual diría que seguía doliéndome con la misma intensidad sólo para no darle la razón.

– Ni tan difícil era.– bufó.

– Cállate.– solté, viendo como el nombre de Nam aparecía en la pantalla de mi teléfono.

– Despertamos de mal humor.– canturreó.– ¿ Quién es?, ¿Por qué insiste tanto?.– habló haciéndome irritar.

– Te quieres callar de una puta vez.– exigí, observando su sonrisa abandonar su rostro mientras yo respondía la llamada.

– Encontré algo, te envié por correo el perfil que más se asemejaba a tus vagas descripciones.– dijo el pelinegro al otro lado de la línea.

– Gracias Nam, te debo una.– le agradecí.

Corté el poco duradero intercambio telefónico para encontrarme con que Hoseok se había adueñado de mi laptop y había abierto el email.

Venom Lips || The Beggining 《 JHS- TERMINADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora