CAPÍTULO 11 - ENCUENTRO

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En el despacho principal de la agencia de Endeavor, este se encontraba de pie, frente a su mesa, con los brazos cruzados mirando a los dos chicos que estaban frente a él. Los fulminaba con la mirada, y es que era muy evidente que Enji no quería tener allí a esa persona, pero Toya insistió, y su relación, aunque no es perfecta, había mejorado.

—Sabes que al mas mínimo fallo o perturbación te mandaré de vuelta a la prisión, ¿verdad?

Tenko asintió, estaba nervioso y algo ansioso, aunque Toya le había avisado, estar ahora frente a Endeavor, el cual una vez fue su enemigo le imponía bastante, y mas sintiéndose tan vulnerable, pues al igual que su amigo peliblanco, le habían colocado un moderador que le impedía usar su quirk, y a su vez tenía unos guantes para evitar cualquier tipo de problema.

—Lo sé... señor.

Endeavor fulminó ahora con la mirada al mayor de sus hijos.

—Lo dejo bajo tu responsabilidad, trabajará contigo y cualquier fallo caerá sobre ti.

—Si, si... tu déjamelo a mí, mi amigo Tenko no se meterá en ningún lio —comentó Toya ganándose una mirada sorprendida de Tenko.

—Bien... —Endeavor volvió a mirar a ese chico pelinegro, que nada tenía que ver con ese villano al que enfrentó hace dos años. Ver esa fragilidad que presentaba hora le hizo bajar un poco su defensa —Shimura, bienvenido —dijo y le tendió la mano.

Tenko miró esa mano con miedo, y con cautela y con algún temblor, alargó su mano para estrecharla, apretando la mano del hombre con miedo, pues aunque llevaba guantes y un anulador le daba miedo activar su quirk.

Tras eso y con cierta rapidez, Toya se acercó a Tenko, y agarrándolo de los hombros lo separó de su padre y lo arrastró a fuera del despacho, cerrando la puerta tras de sí.

—Ufff... bueno ya está, ¿ves que no ha pasado nada? —sonrió el peliblanco.

—S-si... per...

No pudo acabar la frase pues una explosión acompañada de un grito impactó a escasos centímetros de la cara de Tenko, lanzándolo contra una pared al igual que a Toya.

—¡¡KACCHAN!!

Izuku lanzó el Látigo Negro para apresar a Bakugo, que al ver a Tenko al entrar en la recepción, se había lanzado como un loco a por él.

—¡¡SUELTAME, VOY A MATARLO!!

—¡KACCHAN, PARA, ÉL YA NO ES NUESTRO ENEMIGO!! —gritaba Izuku mientras aprisionaba mas al rubio.

Shoto, que iba con ellos corrió hacia su hermano, ayudándolo a levantarse.

—¿Estás bien? —preguntó el chico.

—Si... si... —Toya se frotó la cabeza y buscó a Tenko con la mirada, y al verlo en el suelo intentando levantarse algo aturdido corrió hacia él para ayudarlo —Tenko, ¿estás bien?

Toya ayudó al pelinegro a levantarse con cuidado, sujetándolo de los brazos.

—Si... —Tenko miró aturdido a todas partes hasta cruzar su mirada con Izuku y Bakugo, y era este último el que parecía querer matarlo con la mirada.

—¡¿QUÉ HACES AQUÍ, MALDITO MALNACIDO?!! ¡¿QUÉ PASA EN ESTA AGENCIA QUE SOLO ENTRA BASURA?!!

De alguna forma Toya y Tenko agacharon levemente la cabeza, mientras Shoto se acercaba a ellos.

—¡Kacchan, ya basta!

Ese grito del peliverde fue acompañado de un golpe con su mano, que abofeteó la cara de Katsuki, callándolo al instante. Se llevó la mano a la cara y totalmente aturdido miró a Izuku.

—Kacchan, ya está bien... no está bien insultar así a nadie y menos cuando ya no son nuestros enemigos...

La mirada de Bakugo se enfureció y su cara se puso roja de ira.

—¡¡¿Y A TI QUÉ TE PASA?! ¡¿NO RECUERDAS LO QUE NOS HICIERON ESOS DOS BASTARDOS?!

—¡SI ME ACUERDO, ¿CÓMO LO VOY A OLVIDAR?! —los gritos de Izuku vinieron con unas lágrimas, pues era mas que evidente que eso había sido algo cruel por parte de Katsuki, pues de alguna forma le recordó como Dabi lo violó y como Shigaraki mató a Bakugo delante de sus narices sin poder hacer nada.

—¡¿Qué está pasando aquí?!

Endeavor abrió la puerta del despacho al oir tanto ruido, topándose con el humo de la explosión y los daños de la sala.

—Nada... —Izuku se dio la vuelta e intentó secar sus lágrimas —no me siento bien... voy a salir un momento.

—¡Izuku, espera! —Katsuki alargó la mano para detenerlo, pero el peliverde lo esquivó y salió corriendo, dejando al rubio allí con la mano extendida y mirando en la dirección por la que se fue corriendo.

—Parece que no somos la única basura de por aquí.

Katsuki miró a Toya, que miraba al rubio con prepotencia mientras agarraba a Tenko, el cual apartaba la mirada.

Antes de poder hacer nada, Shoto corrió para salir de allí.

—Voy a ver como está Midoriya.

Al irse dejó a Toya, Tenko, Endeavor y Bakugo solos.

—¿Se puede saber que ha pasado, Bakugo? —preguntó Endeavor.

—Bahhh... —molesto, apretó las manos y se fue de allí, dejando al resto solos.

—Tenko no ha hecho nada —dijo de forma rápida Toya —que ya se lo que vas a decir... nosotros hemos salido y ese energúmeno nos ha atacado. Mas te vale, como jefe imponerle alguna sanción.

Sin dar tiempo a mas, Toya ayudó a Tenko a salir de allí para ir a la enfermería, para sanar algunas magulladuras.

En el exterior, Izuku se había acuclillado apoyado en la pared del edificio, ocultando su cara en sus rodillas, intentaba calmarse, pero dentro de él, muchas sensaciones luchaban entre ellas, y pensaba que si no fuese por la influencia de los portadores hacía tiempo que habrían explotado.

—Midoriya... —Izuku alzó la cabeza para ver como Shoto se sentaba a su lado —¿estás bien?

—Si... solo me he alterado un poco.

Todoroki le puso una mano en la pierna a modo de apoyo y suspiró.

—Yo no sabía que iba a venir, si no os hubiese avisado...

–No pasa nada... la verdad es que no es la primera vez que nos vemos desde entonces...

—¿Qué?

—Si, en estos últimos meses he estado yendo a prisión a visitarlo... quería entender lo que pasó, y me lo explicó todo... evidentemente no somos amigos... pero sé que no es mi enemigo.

—¿Lo sabe Bakugo?

—No, nunca le dije... sé que no estuvo bien... peros si se lo decía iba a pasar algo como lo que ha pasado ahora.

Shoto se rascó la cabeza, pensativo.

—Yo no soy experto en estas cosas, pero ocultar este tipo de cosas a tu pareja, por "su bien" no suele ser una buena idea...

Izuku bajó la mirada, apenado, pues su amigo tenía razón.

—Creo que debo disculparme con Kacchan... me pasé un poco al pegarle...

—Si, pero el también debería calmarse un poco... no me gusta que insulte a mi hermano...

—Se lo diré...

Izuku sonrió por primera vez en todo ese rato y se levantó, teniendo amano hacia Shoto para ayudarle, este la aceptó y ambos caminaron para entrar al edificio.

Explosión Verde 2: El Retorno del Discurso Maldito (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora